Cuatro victorias, dos dobletes consecutivos, y tres en los ocho grandes premios que llevamos disputados en esta temporada. Liderato en el Campeonato del Mundo de Constructores y primera y segunda plaza en el de pilotos. Hasta ahora, los números de McLaren son intachables. Y todo eso teniendo un coche “inferior” al Red Bull RB6.
En Turquía, quizás se pueda considerar un golpe de suerte, pero tras lo vivido en Canadá no podemos decir lo mismo. El MP4-25 ya está a la altura del Red Bull y eso le va a permitir luchar por el título. En palabras de Martin Whitmarsh, la clave de que ahora estén en lo alto ha sido su programa de desarrollo.
Posiblemente, McLaren haya sido la escudería que más cambios y modificaciones ha adaptado a los monoplazas. El británico pone cifras. En cada gran premio tratan de que los pilotos tengan entre 1,5 y 2,5 décimas extra. Se dice pronto. Y todo eso sin haber presentado la evolución “gorda”, que no llegará hasta el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone dentro de un mes.
Su objetivo tiene nombre y apellidos. A pesar de que ahora están pasando por horas bajas, Red Bull volverá por sus fueros. Tienen aún cartas en la mano que pueden utilizar y que Canadá haya sido un pequeño golpe para ellos no significa que tengan que descartarlos. Aunque Whitmarsh menciona por encima a Mercedes GP y Ferrari, en McLaren tiene claro que es Red Bull a quien tienen que dar caza.
Ya lo demostraron la pasada temporada. Cuando los grandes daban por perdido el año, McLaren continuó con el desarrollo de su monoplaza, algo que le permitió luchar por las victorias al final de la temporada. El título estaba imposible, pero para llegar a 2010, primero había que penar por el 2009, y sin jornadas de test, cada gran premio era una oportunidad única para ir probando sus mejoras.
Vía | Autosport