En las vitrinas de McLaren lucen 8 títulos de constructores, 12 de pilotos, 155 victorias y 483 podios. Unas cifras que muy probablemente no sufran cambios en lo que queda de temporada. Es más, son exactamente las mismas desde el pasado Gran Premio de Brasil, prueba en la que Jenson Button consiguió la última victoria y, por extensión, el último podio para la escudería de Woking. De seguir así la cosa, y es poco probable que veamos a Sergio Perez o Jenson Button en el podio, se confirmarían los peores augurios y McLaren igualaría su récord negativo de cero podios. Algo que ya "consiguieron" en la temporada de 1980.
Pero lo que quizás es más grave es que ahora mismo la escudería está perdida en mitad del desierto sin tener ni idea de hacía que camino deben seguir. Ni siquiera podemos decir que han sido víctimas de espejismos ya que en las últimas carreras su mejor resultado es una sexta posición que tampoco podemos decir que un resultado sea para tirar cohetes.
Es por ello que no es de extrañar que en McLaren anuncien que van a poner toda la carne en el asador para mejorar la parte técnica fichando a nuevas piezas para su organigrama. Una cosa es que la temporada no comience bien y otra muy distinta es que McLaren, con el músculo que tienen, no sean capaces de enderezar, aunque sea mínimamente la temporada. Comenzaron detrás de Force India, les superaron gracias a los problemas de éstos con los neumáticos y ahora están por detrás de Sauber. Quien les ha visto, y quien les ve.
A pesar de la llegada de Sam Michael, McLaren parece no haber sabido suplir el adiós de Paddy Lowe. Mientras los rivales se refuerzan con grandes fichajes (Mercedes AMG con Lowe o Ferrari con Allison) Martin Whitmarsh no hace los deberes consiguiendo nombres a la altura del pedigri de McLaren.