La pretemporada de Fórmula 1 2024 ya ha terminado en el circuito de Sakhir y la próxima vez que los motores vuelvan a rugir será el jueves que viene para los primeros entrenamientos libres de la temporada. Carlos Sainz ha acabado con el mejor tiempo de los test gracias al 1:29.921 que marcó el jueves, demostrando que el Ferrari sigue siendo muy rápido.
Sin embargo, todos tienen una conclusión clara tras la pretemporada: Max Verstappen volverá a ser campeón del mundo. "Hay 19 pilotos que ya sabemos que este año no vamos a ganar el mundial, así es la Fórmula 1", explicaba Fernando Alonso. Aún así, el asturiano no tiene motivos para el pesimismo.
El Ferrari vuela a una vuelta pero el Aston Martin le supera en ritmo de carrera
La pretemporada de 2024 ha dejado unas conclusiones sorprendentemente parecidas a la de 2023. Red Bull está muy por delante, o al menos es el único equipo que tiene un coche lo suficientemente completo como para ser competitivo a una vuelta y en tandas largas. Sin probar las dos gomas más blandas, que no se usarán en el Gran Premio, Verstappen ha acabado cuarto.
Ferrari sí que ha usado la segunda goma más blanda, el C4, tanto en Carlos Sainz como en Charles Leclerc. Eso explica en parte que las mejores vueltas hayan sido de los de Maranello, pero incluso haciendo la compensación de gomas parece que Ferrari tiene una velocidad a una vuelta muy parecida, o incluso superior a Red Bull.
Ferrari le va a quitar más de una pole position a Red Bull, como ya hicieron en las dos últimas temporadas, pero el desgaste de los neumáticos sigue siendo un problema. Ferrari ha mejorado, pero sigue estando lejos del colosal ritmo de Red Bull, que ha asustado con Max Verstappen a los mandos en las últimas horas.
La degradación de neumáticos parece algo inexistente para Red Bull. Las tandas de Verstappen han sido impresionantes, no solo por ser las más rápidas sino por una constancia inaudita. Solo una desgracia mayúscula podría alejar a Red Bull del título, y no parece que Sergio Pérez pueda dar al menos algo de emoción interna.
El segundo mejor coche en ritmo de carrera ha sido el Aston Martin de Fernando Alonso. El asturiano soltó unas palabras sorprendentemente pesimistas a medio día, pero después se subió al coche y ha completado unas tandas que disparan la ilusión entre sus seguidores. De hecho, recuerda a lo ocurrido en 2023.
Las tandas de Alonso han sido formidables, por detrás de Red Bull pero por delante del resto, incluido Ferrari. Cuanto más duro es el neumático mejor le va al Aston Martin, que parece tener también una degradación nula, al estilo Red Bull. Alonso ha coincidido en tiempo y neumático con el McLaren de Oscar Piastri y lo ha fulminado.
El gran problema es que el Aston Martin no parece ninguna maravilla a una vuelta. Al contrario, da la sensación de que, viendo la mejora de Racing Bulls, Alonso va a tener que luchar mucho para entrar en las Q3. Y eso significa posiciones de salida muy retrasadas para después remontar, aunque el ritmo sea bueno. Pero caerán podios.
La situación de McLaren es un poco desilusionante. No están tan mal como a principios de la temporada pasada, cuando prácticamente eran el peor coche de la parrilla, pero tampoco da la sensación de que sean el segundo acosando a Red Bull, como acabaron en 2023. De hecho, a una vuelta salvan los muebles, pero los ritmos han sido malos.
La gran incógnita se llama Mercedes, que ha tenido algunos problemas técnicos durante todos los test y se les ha visto con un coche nervioso. Los tiempos no han sido demasiado buenos y tampoco parece que haya el mejor ambiente tras el adiós de Lewis Hamilton, pero George Russell con goma blanda ha maquillado mucho al final, poniéndose segundo.
Salvo que se hayan tapado mucho, los Racing Bulls no serán tan fieros como se temía. De hecho, a igualdad de gomas, el Sauber de Guanyu Zhou les ha superado en vuelta rápida. El drama es el de Alpine, que ahora mismo parece más dispuesta a luchar con Williams y Haas por no ser los peores que a otra cosa.