Cualquier mínimo detalle puede truncar todo un fin de semana de trabajo en la Fórmula 1. Y en Canadá le ha tocado sufrirlo a Carlos Sainz, a quien se le acumularon los infortunios a lo largo de una carrera que parecía tener muy buena pinta para el madrileño. Desde la clasificación del sábado, todo fue un quebradero de cabeza para Sainz.
El piloto español se va de Canadá sin puntuar después de tres carreras consecutivas haciéndolo, aunque consigue mantener la séptima plaza en el mundial de pilotos. Es decir, sigue siendo el primero de los mortales. Pero ese es un consuelo pequeño en un fin de semana en el que Sainz no pudo aprovechar una buena oportunidad.
Sainz sigue séptimo en el mundial pero preocupa el avance de Renault
El problema en carrera lo causó un tear-off, es decir, un plástico de la visera de otro piloto. Cada corredor lleva en la visera de su casco varias láminas adhesivas que se van quitando durante la carrera. Normalmente cuando un piloto se despega esta lámina la tira lo antes posible al circuito, sin mirar muy bien donde va.
Pues en la vuelta 4 del Gran Premio de Canadá una de esas láminas fue directa al conducto de refrigeración de los frenos del McLaren de Carlos Sainz. En cuanto se percataron del problema, el madrileño tuvo que entrar en boxes para que le sacasen el plástico de ahí, algo que en McLaren aprovecharon para cambiarle los neumáticos.
En principio, el incidente pareció una fortuna. La estrategia forzosa que Sainz se vio obligado a escoger resultó ganadora y el madrileño fue ganando posiciones hasta quedarse noveno, en zona de puntos. Pero a tres giros del final los neumáticos, con más de 60 vueltas a sus espaldas, desfallecieron. Lance Stroll y Daniil Kvyat superaron a Sainz, dejándole en undécima posición.
Curiosamente el otro McLaren, el de Lando Norris, también sufrió problemas de refrigeración de los frenos, aunque sin mediación de ningún tear-off. Los frenos de la rueda trasera derecha del coche de Norris comenzaron a arder, rompiendo la suspensión y provocando un pequeño incendio en la parte trasera del monoplaza, que obligó a Norris a retirarse.
"Un tear-off- ha tapado un conducto de refrigeración de los frenos. Era urgente parar. Eso nos ha condicionado toda la carrera", comentaba Carlos Sainz después de bajarse del coche. El piloto español añadía que "no he podido cuidar mucho las ruedas, porque teníamos que remontar, y lo hemos pagado al final".
Los frenos son la parte del coche que más sufre en el circuito de Montreal, históricamente ha habido muchos problemas por fallos en los mismos, por lo que al detectar este inconveniente a McLaren no le quedó más remedio que llamar a Carlos Sainz a boxes, aún sabiendo que eso afectaría mucho a sus opciones.
Todo el fin de semana de Sainz empezó a torcerse el sábado en la Q3, cuando no pudo completar ninguna vuelta lanzada y terminó calificando noveno. Después para colmo recibió una sanción por bloquear a Alex Albon, lo que le dejó en la undécima posición de salida. El tear-off en su conducto del freno solo ha sido la puntilla a un fin de semana aciago.
Lo más preocupante es el paso al frente que ha dado Renault en este circuito. La marca francesa, que proporciona los motores de McLaren, ha estado incluso peleando con Red Bull en un trazado en el que el MCL34 debía ir muy bien. El propio Carlos Sainz reconocía que "yo hoy esperaba algo más, no sólo ser noveno, sino luchar con los Renault". De momento McLaren sigue cuarta en el mundial de constructores, pero los galos ya están a tan solo dos puntos.