Lo volvimos a vivir durante el Gran Premio de Gran Bretaña. Las sanciones que los comisarios aplican a los pilotos, cuando se trata de incidentes entre ellos, son inconsistentes y sin un baremo estable. Y no somos nosotros los únicos que lo pensamos.
En la reunión habitual que los pilotos, en voz de la GPDA, mantienen con la FIA durante los grandes premios, éstos se habrían quejado ante el máximo organismo de la falta de rigor en las sanciones. Para los pilotos, el principal problema es que con sanciones tan poco homogéneas ya no saben que pueden hacer y que no para defender su posición sin ser sancionados.
En Silverstone volvió a ocurrir. Pastor Maldonado fue sancionado con una multa económica y una advertencia tras acabar con la carrera de Sergio Perez. En su caso, la "menor" intencionalidad evitó una sanción mayor como la que tuvo en el Gran Premio de Europa cuando se llevó por delante a Lewis Hamilton (se le sumaron 20 segundos ya que la sanción llegó una vez había acabado la carrera).
Dos acciones similares con sanciones bien distintas. Entonces, cuál es el baremo. ¿La intencionalidad?¿el momento?¿la posición?¿Hasta que punto los pilotos pueden defender su posición sin tener que hacerlo mirando de reojo a los comisarios?. Está claro que Pastor Maldonado se excedió en el Gran Premio de Europa pero si comenzamos a sancionar todos y cada uno de los incidentes de carrera, al final los pilotos tratarán de evitar cualquier lucha cuerpo a cuerpo.