Me parece que ya iba siendo hora de hablar de la diferencia entre estos dos campeonatos. Es cierto que el campeonato creado por Eurosport ha llegado al corazón de muchos aficionados al volver a una fórmula más o menos clásica. Sin embargo todos sabemos que el Mundial de Rallyes sigue siendo el referente de la categoría y nadie ni nada puede evitarlo.
El IRC hasta el momento ha gozado de una gran organización que ha llamado la atención de pruebas como el Rally de Monte Carlo o incluso del San Remo. Además ha permitido que marcas míticas de la categoría como Fiat y Skoda vuelvan al primer plano del panorama internacional con programas oficiales.
En cuanto a los pilotos, también se puede decir que el Intercontinental Rally Challenge ha sido el descubridor de pilotos que ya habían pasado por el WRC, pero que lo hicieron sin pena ni gloria. Caso claros y de primera línea son los de Jan Kopecky, Juho Hanninen o incluso el campeón Kris Meeke. Algunos por presupuesto, otros por falta de calidad se quedaron a las puertas del WRC. Sin embargo, el salto cualitativo se hace notar en cosas como la clasificación del pasado Rally de Monte Carlo. Allí ni Meeke, ni Hanninen, ni compañía consiguieron parar el ritmo de un superclase como Mikko Hirvonen y de una joven promesa como es Sébastien Ogier. Como no, los dos son pilotos actualmente del World Rally Championship.
Este hecho, no solo no se me ha escapado a mí. A Paul Hembery, director del área deportiva de Pirelli, también le llamo la atención que nadie consiguiera batir a los dos pilotos que además no están muy acostumbrados a pilotar coches de la categoría S2000. Al menos eso es lo que declaró a los amigos de Autosport:
Los dos (Mikko Hirvonen y Sebastien Ogier) estaban compitiendo en una categoría propia en el evento. Ellos eran una clase aparte de todo el mundo.
No estoy atacando a los pilotos del IRC, en la noche siguen siendo muy buenos pilotos, pero había que reconocer que en el Monte, Mikko y Sébastien estaban un poco por encima.
También, el propio Hembery, dejó una puerta abierta al acuerdo entre los dos campeonatos para que empiecen a trabajar conjuntamente. Al más puro estilo categoría inferior y categoría reina, en vez de ser dos competiciones paralelas.
El IRC y el WRC deberían trabajar juntos, ese es el camino a seguir. ¿Por qué dos facciones separadas para dispersar la energía? Hay una oportunidad para ayudar al deporte en general y una solución seria que el IRC pudiera alimentar al WRC.
Vía l Autosport