En las dos primeras carreras de la temporada, toda la velocidad mostrada en calificación por los Mercedes AMG se diluía en carrera. De poco o nada servía el famoso S-Duct ya que en carrera el monoplaza se comía los neumáticos imposibilitando la consecución de algún buen resultado. Todo el trabajo para nada…
Pero estas tres semanas que han tenido para trabajar desde el Gran Premio de Malasia han tenido sus evidentes resultados. Ayer, Nico Rosberg conseguía la pole-position pero para poder aspirar a la victoria, la que da los puntos y la gloria, el y su monoplaza tenían que superar la prueba de los neumáticos. Tal y como reconocía Ross Brawn.
Justo tras la clasificación, el director técnico de Mercedes AMG afirmaba que la clave de la carrera iba a ser si podían cuidar los neumáticos. El secreto, la temperatura de funcionamiento de los mismos cuyo rango en China era más cerrado que nunca. Y así se vió en la Q3 cuando los pilotos fueron incapaces de mejorar sus tiempo en el segundo intento.
Hoy en carrera, Mercedes AMG ha demostrado que jugando con las presiones y la carga en el alerón delantero, se puede mejorar el resultado. Hay que reconocer que Nico Rosberg ha tenido una carrera plácida, sin ningún piloto que le presione y eso ayuda a conservar los neumáticos. Además, nos quedamos con la duda si la estrategia a dos paradas del alemán era la inicial. Aún así, con tran sólo tres juegos de neumáticos para toda la carrera, Rosberg ha conseguido mantener un ritmo suficiente como para que nadie le robase la victoria. Si Brawn y sus chicos han dado con la clave, podemos pensar que lo sucedido hoy no va a ser esporádico.
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