Los motores cliente V6 biturbo 2.2 podrían llegar en 2017 a la Fórmula 1

Los motores cliente V6 biturbo 2.2 podrían llegar en 2017 a la Fórmula 1
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El pasado fin de semana saltó una noticia que, después de todos los esfuerzos y recursos destinados por los equipos en los actuales motores de la Fórmula 1, resultó de entrada un tanto desconcertante: Jean Todt y Bernie Ecclestone habían llegado a un principio de acuerdo para introducir en la Fórmula 1 unos motores cliente de bajo coste basados en una configuración V6 biturbo de 2.2 litros.

El concurso para convertirse en fabricante de motores de Fórmula 1 estaría muy próximo a abrirse por parte de la FIA, y sin duda, no es más que un guiño a fabricantes privados de motores como Cosworth o Ilmor para que situaciones como la que están experimentando en sus propias carnes Red Bull no se repitan.

Para hacernos una idea, esa misma configuración de motor se monta actualmente en la Indycar, con motores que alcanzan los 700 CV de potencia y que tienen un precio de alrededor de los 700.000 dólares, un coste realmente contenido.

Ferrari empujó a la FIA a dar este paso

Lo más remarcable de esta medida es que se trata de un cambio que no precisaría de un voto unánime por parte de los equipos. Y esto no es un detalle baladí, pues la propia FIA ha hecho público, en un hecho sin precedentes, que Ferrari usó su derecho de veto en los intentos del organismo regulador de la Fórmula 1 para introducir un coste máximo en el precio de suministro de los motores cliente por parte de los fabricantes actuales (en concreto, 12 millones de dólares para motores nuevos y 8 millones para motores con configuración del año anterior).

Cosworth Motor F1 2014

En caso de tirar adelante con este nuevo motor, el reto consistirá en ser capaces de hacer convivir en una misma categoría las dos motorizaciones distintas. Ya se especula con una posible Fórmula 1 con un sistema de dos clases para dar cabida a estos nuevos motores, pero acabe como acabe el culebrón de los motores, lo que parece evidente es que la Fórmula 1 está forzando a que se mueva de algún modo la situación actual del mercado de motores, y eso siempre es positivo.

¿Es real la introducción de estos motores clientes low-cost, o un simple movimiento estratégico de la FIA para rebajar las pretensiones de los actuales fabricantes?

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