Volvemos con nuestra visión particular de los grandes premios gracias a la sección Los Autos Locos. El Gran Premio de Mónaco no sele ser una carrera llena de emociones pero al final por una cosa u otra, siempre se convierte en un gran premio especial.
Perdona, pero ¿no has dicho que vamos a hablar del Gran Premio de Mónaco? Dos safety car, una bandera roja, luchas en pista, adelantamientos, accidentes...Al final la carrera ha tenido un poco de todo y sobre todo ha sido entretenida.
Quizá no sea justo, pero tener exactamente el mismo accidente, en el mismo punto del circuito, en dos días distintos es que algo falla. Por eso, el premio Pierre Nodoyuna es para Felipe Massa. Es posible que el Ferrari F138 tuviera algún problema técnico que aún no conozcamos pero hasta que lo sepamos, Massa se lo merece. Y damos gracias que el piloto está bien porque ambos golpes fueron fuertes.
Aunque no haya sido así, parece que Daniel Ricciardo se haya querido quitar de encima a Romain Grosjean a base de un brake-test en toda regla. Una lástima que las cosas no hayan salido bien y el francés haya volado por encima del Toro Rosso. Resultado, Ricciardo fuera y Grosjean abandonando. Lo peor para el francés, la sanción posterior.
En Bahréin tuvieron más que palabras y hoy de nuevo Jenson Button y Sergio Perez han intercambiado mensajes con sus respectivos ingenieros. Por suerte para McLaren, la lucha no ha sido tan cerrada y ambos pilotos han acabado sanos y salvos. Con lo que no contaban era con que Sergio Pérez seguiría batallando con media parrilla.
Sergio Perez, que repite nominación, ha estado desatado durante todo el Gran Premio de Mónaco. Primero con su lucha con Jenson Button (las palabras del británico por radio ya comienzan a ser un hit), posteriormente con Alonso para terminar, mal, con Kimi Räikkönen. Como suele ser típico en el, el finés no se ha cortado ni media por la radio y ha tenido "bonitas" palabras para el mexicano.
El vuelo del gran premio ha sido cortesía de Pastor Maldonado. COmo no podría ser de otra manera, el venezolano tenía su protagonismos en una carrera muy especial para el. Jules Bianchi no lo veía y mandaba al Williams contra el tecpro. Y bandera roja...
Hoy hemos visto a un Sebastian Vettel que ha pensado más en el campeonato que en la victoria. Algo raro pensando el hambre que siempre demuestra el alemán. Y eso se ha notado ya que en ningún momento, incluidos los relanzamientos de carrera, se ha mostrado poco interesado por la victoria. Eso sí, en su defensa, en la penúltima vuelta se ha desquitado consiguiendo la vuelta rápida.
Los chicos de Force India han continuado con su papel de secundario de lujo esta temporada. Dos soldados que han cumplido con su tarea a la perfección. Sutil decía antes de la carrera que aspiraba a podio, quinto para el, y Paul Di Resta, terminaba en novena posición tras salir desde muy atrás. Así se hace chicos.
Siendo malos podríamos decir que Red Bull es una mafia y sus pilotos, los pandilleros. Pero más allá de los buenos resultados de los Red Bull, segundo y tercera posición para el, hoy es hora de alabar el gran resultado de Jean-Eric Vergne. Una magnífica octava posición que lo acerca, en cuanto a número de puntos, a Daniel Ricciardo y que sirve de colofón perfecto para su homenaje a Francois Cevert.
Sin ritmo ni velocidad, Fernando Alonso ha estado algo romo. Quizás miedoso y más pensando en el campeonato que en el propio gran premio. Algo que en Ferrari solían hacer en el pasado pero que en 2013 habían reservado para otros momentos.
Por fin Nico Rosberg pasa de Penelope Glamour a Pedro Bello. Carrera perfecta la del alemán que tras tres poles consecutivas se merecía una victoria. Y que mejor lugar que la ciudad en la que reside, en la que nació y en la que su padre venció 30 años antes.
Como buen finés, Kimi Räikkönen debe manejar el arte de cortar troncos. Y si tras la carrera le hubieran puesto delante a Sergio Perez, el mexicano hubiese caído de un golpe. Como seguro que se ha contenido, los troncos cortados por Räikkönen han sido los cinco adelantamientos conseguidos en las últimas vueltas. ¿Quién dijo que adelantar en Mónaco fuese complicado...?