Una de las características habituales del Gran Premio de Mónaco es que se trata del primer Gran Premio del año en el que empiezan a circular rumores serios (o no) sobre fichajes para la próxima temporada, y uno de ellos, como no podía ser de otra forma, coloca a Fernando Alonso en Ferrari para la temporada 2010.
Pero esto es para no perdérselo, porque también en Mónaco, otros chismorreos aseguraban que el piloto asturiano está en la agenda de BMW Sauber para el próximo año. Y hablando de BMW, Nick Heidfeld parece que tiene pie y medio fuera de la escudería, mientras que Mario Theissen está intentando renovar a Robert Kubica cuanto antes, pues como no podía ser de otra forma, también había sonado para Renault o Ferrari.
Además, circuló también un rumor que situaba a la escudería Toro Rosso en el punto de mira de Lancia, marca que el Grupo Fiat está empeñada en relanzar, y nos fuimos del Principado con los ecos del supuesto ultimátum de Renault a Nelsinho Piquet. Veremos si las teóricas mejoras de 4 décimas y media por vuelta que introducirá Renault en Silverstone le ayudan al brasileño a mantener su asiento.
Lo que está claro es que en Mónaco la lluvia no sólo fue de agua, sino que de rumores salimos bien servidos.