Este próximo fin de semana, el circuito de Silverstone volverá a presentar un lleno absoluto para ver correr otra vez a Lewis Hamilton en casa, y, por qué no, para ver como un inglés vuelve a ganar el Gran Premio de Gran Bretaña desde hace...demasiado tiempo. Desde luego, Lewis Hamilton tiene la intención de ponerlo todo en la pista para que los aficionados no se vuelvan a casa con mal sabor de boca.
El año pasado, el británico también lo puso todo para ganar, tirando por libre en los reglajes por primera vez, y el tiro le salió por la culata, pues aunque marcó una pole mediática el sábado, no pudo con el ritmo de carrera que imprimieron el domingo el Ferrari de Kimi Raikkonen y el McLaren de su compañero Fernando Alonso.
Pero Lewis no sólo necesita la victoria para contentar a sus fans, sino que la clasificación general empieza a apretar, y en la que será la carrera que marcará el ecuador de la temporada, no conviene irse más allá de la barrera psicológica de los 10 puntos que actualmente le separan del líder del campeonato, Felipe Massa.
Lewis lo tiene clarísimo: "Ganar la carrera de casa es algo que todo piloto quiere lograr. Mis objetivos eran ganar la primera carrera de la temporada, ganar en Monte Carlo, que ya los conseguí este año, y ganar el Gran Premio de casa, así que estoy preparado para el reto en Silverstone".
Vía | Autosport