El británico Lewis Hamilton se convirtió este pasado fin de semana en el líder más joven de la historia de la Fórmula 1 (22 años, 4 meses y 6 días), superando, casualidades de la vida, al fundador de la escudería para la que corre, el neozenlandés Bruce McLaren, que se puso líder del Mundial con su Cooper en 1960, con 22 años, 5 meses y 8 días. Inglaterra entera está volcada con su piloto, y la multitud de halagos que está recibiendo Lewis se ven más que justificados carrera tras carrera.
Además, Hamilton se consagra como el mejor debutante de la historia, ampliando a cuatro el número de podiums consecutivos. Y es que el liderato del británico empieza a no ser casualidad, ya que ha finalizado segundo en las tres últimas carreras, superando a Fernando Alonso en Bahrein y Catalunya, precisamente los dos circuitos en los que Lewis ya había corrido en GP2 ( Asutralia y Malasia eran completamente nuevos para él). A Lewis sólo le falta ese pelín que marca la diferencia entre acabar segundo o ganar, pero ya nadie duda que este mismo año el joven debutante hará sonar el himno británico en alguna de las citas que restan del Mundial. Y la siguiente carrera es en Mónaco. Aviso para navegantes: a Hamilton le encantan los circuitos urbanos, y es todo un especialista en este tipo de trazados. El año pasado logró la pole y ganó la carrera de GP2. Y en teoría, los McLaren deben funcionar muy bien por las calles del principado, mientras que el Ferrari de batalla larga puede verse en apuros en las lentas y cerradas curvas de Mónaco. ¿Habrá llegado la hora de ganar para Lewis?
Vía | Marca