Si me piden resumir el Rally de Portugal en sólo una palabra, lo único que se me ocurriría seria calificarlo de locura. Cuatro días y 435 kilómetros que nos han traído sorpresas prácticamente a cada minuto. Cuando en la previa os comentaba que se preveía lluvia para la segunda parte del viernes ninguno nos imaginábamos que el cielo iba a descargar con tal contundencia durante la segunda etapa.
Los abandonos del primer día de Dani Sordo y Sébastien Loeb se cargaban de un plumazo dos de de los principales favoritos a la lucha por la victoria. Sin embargo la mayor sorpresa la teníamos al día siguiente, cuando bajo el aguacero los dos pilotos del equipo oficial de Ford se salían de pista y le dejaban en bandeja la victoria a Mikko Hirvonen.
El finlandés de Citroën no sospechaba que mientras celebraba la victoria en el podio del estadio del Algarve, los comisarios andaban revisando con lupa el embrague y el turbo de su DS3 WRC. De nuevo un vuelvo en el rally y la victoria todavía no oficial para Mads Ostberg. Lamentablemente la llegada de la UER como nuevo propietario de los derechos nos ha dejado sin las maravillosas imágenes de ESPN en HD y me hace tener que tirar de las de Motors TV, mucho más frías, con más OnBoards y con dos locutores que no dejan oír los motores.