Miedo me da pensar en que vamos a tener que esperar al menos tres años para volver a disfrutar del Rally de Nueva Zelanda. Además de la poca inscripción y las difíciles condiciones de la prueba, la cita australiana no nos ha dejado mucho más. Una treintena de pilotos salieron a completar una prueba casi de transición antes del regreso definitivo a Europa con el que terminará el campeonato.
Prácticamente lo más destacado fueron los dos accidentes de Kris Meeke que prácticamente provocaron que Yves Matton protagonizara el remake de “Directores de equipo al borde de un ataque de nervios”. Sin duda, podemos decir que el penúltimo rally de tierra de la temporada nos ha dejado un sabor agridulce a la espera de ver lo que pasa en el siempre complicado Rally de Gales.
Contenido adicional (Rally de Polonia):