Hace una semana a estas horas ya estábamos con el nerviosismo típico de las grandes citas del mundo del motor. Entre nosotros se respira una sensación comparable incluso a la de una final de Champions u otro cualquier acto multitudinario. Y la verdad no es para menos, las 24 Horas de Nürburgring se ha convertido en uno de esos eventos que se señalan con rojo en el calendario y este año tampoco nos han defraudado.
El llamado infierno verde ha sido los últimos años el terreno preferido de la marca alemana Porsche que acumula dos victorias incontestables a pesar de que este año Audi contaba con su nuevo mata gigantes, el Audi R8. Sin embargo los coches de la firma de los cuatro aros no se libraron de los problemas y una de sus unidades sufría problemas eléctricos nada más comenzar la primera vuelta. El invitado inesperado fue el Ford GT que marco la Pole Position y que a su vez resistió los ataques del Porsche de Manthey Racing hasta un pequeño error que acabó en salida de pista.
Del resto de categorías destacar el dominio de los Volkswagen Scirocco oficiales y sin duda una pena el accidente de uno de los compañeros de Carlos Sainz contra un BMW que circulaba muy lento por el centro de la pista y que dejaba al madrileño con un sabor un tanto agridulce. La categoría SP8T que fue ganada por el Aston Martin V12 Vantage también estuvo caracterizada por el abandono de los numerosos coches, que son muy cercanos a los de serie, y en concreto el Lexus LF-A numero 15 que acabó siendo pasto de las llamas, o casi…
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