Si Felipe Massa ya estaba "encantado" con su segunda plaza inicial en el Gran Premio de Bélgica, ni que decir tiene que el piloto brasileño debe estar dando botes de alegría después de conocerse vencedor de la emocionante carrera disputada hoy en Spa-Francorchamps.
La victoria de Felipe es sin duda de las más redondas que uno puede recordar, por muchos motivos. El primero, es que se lleva los 10 puntos de una carrera en la que en ningún momento ha estado a la altura de Kimi Raikkonen y Lewis Hamilton para disputarles la victoria. En segundo lugar, porque esos 10 puntos son algo más que 10, ya que se les deben sumar los 4 que le han quitado a Lewis Hamilton, su máximo rival para el título.
Después, porque con el abandono de Kimi Raikkonen puede tener bien claro que Ferrari apostará por él como piloto número 1 para luchar en las últimas cinco carreras de la temporada por el título. Finalmente, y tampoco debe obviarse, porque salda con una victoria en Spa su participación con un motor de segundo ciclo frente a los nuevecitos propulsores de Hamilton y Raikkonen. La semana que viene, en Monza, Felipe podrá estrenar propulsor, mientras Hamilton irá con uno trotado.
En definitiva, que sin comerlo ni beberlo, Felipe Massa ha visto como tras la decisión de los comisarios está a sólo 2 puntos del líder del campeonato, Lewis Hamilton, en lugar de los 8 con los que presumiblemente debería haber salido de Spa. El Mundial se pone interesante.