Un poco más tarde de lo habitual vamos a hacer el análisis de lo ocurrido ruante este fin de semana en tierras lusas. Lo más destacado fue sin duda la tercera victoria en la categoría absoluta de Sébastien Ogier. El francés le ha cogido gusto al Rally de Portugal y ha conseguido repetir la victoria del año pasado, que a su vez significó el estreno de su palmarés en el Mundial de Rallyes.
Ver ganar a Ogier es algo que no termina de gustar a muchos, entre los que yo me encuentro, pero si hay alguien a quien le molesta es a su compañero de equipo, Sébastien Loeb. Al siete veces campeón le pudimos ver por primera vez fuera de sus casillas, lejos de ese talante frio que siempre mantiene, tras perder medio minuto en el incidente con Hirvonen.
No hay que fijarse mucho para saber que a Loeb no le gusta nada tener a un piloto como Ogier en el mismo equipo. El se encontraba a gusto con alguien como Sordo a su lado y pasar a tener a alguien como el joven galo es muy incomodo. Es por ello que Dani no ocultaba durante la retransmisión en “riguroso directo” de la Power Stage que había visto a un Loeb con más ganas de ganar que nunca.
Lo malo de hablar tanto de los Citroën es que nos indica que Ford no ha terminado de encontrar la tecla para estar arriba. A sus dos pilotos oficiales se les ve ir siempre muy fuertes, pero los tiempos salen con más problemas que en los coches galos. Además los problemas con la transmisión y las suspensiones se están cebando con los Ford Fiesta RS WRC y es algo en lo que deberán mejorar antes de llegar a rallyes tan duros como Jordania o el Acrópolis. Por ahora Citroën demuestra llevar algo de ventaja sobre su rival.
Aunque si hablamos de los problemas de M-Sport en la categoría absoluta no podemos olvidarnos de los sufridos por los Fiesta R2 de la WRC Academy. Diciéndolo suave, los coches no aguantaron el impetuoso ritmo de las jóvenes promesas y eso dejó fuera entre otros a nuestros dos representantes y a Craig Breen, que se había mostrado claramente como el más rápida. Al final la victoria se la llevaba un estonio prácticamente desconocido que como bien apuntaba mi colega Eloy Entrambasaguas, ha andado durante los dos últimos años en un dos ruedas motrices en pruebas de asfalto y tierra.
También me gustaría hablar de los Mini Countryman Superproducción que debutaron en la pasada prueba lusa. Obviamente desde el primer momento vimos que Daniel Oliveira no iba a ser un piloto en el que fijarnos para ver el rendimiento. En cambio Armindo Araujo sí sacó gran parte del rendimiento y se coló detrás de los Stobart y por delante de los privados. Aun así el propio Sordo se mostraba cauto diciendo que un alerón no da esos dos segundos de diferencia que les sacan los oficiales por kilometro.
Ahora queda ver lo que pasa con el Rally de Jordania. Pipo López lo puso muy negro durante el domingo, pero lo cierto es que Citroën ha medio confirmado que si se disputará el rally a pesar de los problemas que se encuentran en esa zona del planeta. Esperemos que para entonces podamos ver un bonito espectáculo entre los Ford y los Citroën, en lo que será la ultima prueba antes del debut del Mini.