Impresionante la actuación realizada por Sébastien Loeb durante el Rally de Montecarlo. El alsaciano volvía después de tres años a una de sus pruebas fetiches en la que hasta este año ya había conseguido cinco victorias. Durante el transcurso de la competición el primer piloto de Citroën se mostró imbatible, frio a la hora de plantar cara a un Jari-Matti Latvala que sí acertó en la primera monta de neumáticos.
Del finlandés no se puede decir lo mismo. En cuanto Latvala observó que tenia la oportunidad de aumentar distancias con respecto a Loeb, salió al ataque cometiendo el error que todos conocemos. Mucho debe calmarse Jari-Matti si quiere estar en la pelea por el titulo Mundial a finales de año. Esperemos que ser el primer piloto no conlleve demasiada presión para el de Ford.
Por su parte Dani Sordo tuvo que volver a pilotar un coche que no tiene toda la potencia que él quisiera y que muchos de nosotros quisiéramos. Buena prueba de ello es que se rumorea que durante uno de los enlaces, Dani le pidió a Loeb realizar una especie de prueba de “drag” para comparar la aceleración de ambas maquinas. Obviamente el Citroën DS3 WRC le sacó bastante ventaja en dicha comparativa.
Mikko Hirvonen en cambio no tuvo su rally. A pesar de montar prácticamente los mismos tipos de neumáticos que Sébastien Loeb, el finlandés perdió más de minuto y medio durante la primera parte del rally. Problemas con los frenos le impidieron además dar lo mejor de si mismo. Aunque peor rato pasó la espectadora que se encontraba en la subida del Turini. Sólo hace falta verle la cara para hacerse una idea del miedo que sentía cuando veía el DS3 dirigiéndose hacia ella.
Y es que la situación de los espectadores durante todo el rally ha sido pésima. El Montecarlo nunca ha tenido fama de ser uno de los mejores organizados, pero ver a espectadores viendo los coches pasar metidos literalmente en la cuneta del exterior de la curva… Es para echarse las manos a la cabeza.
En cuanto el resto de pilotos a destacar me gustaría valorar el rendimiento demostrado por Evgeny Novikov durante toda la prueba. El ruso parece que va madurando poco a poco con el apoyo de Giraudet y conseguir un quinto puesto en su primera participación en Montecarlo es un gran resultado. Delecour tampoco se quedó atrás, finalizó a espaldas de Novikov y con el bonito gesto de dejar pilotar el Ford Fiesta RS WRC a su copiloto Savignoni durante la Power Stage. De nuevo una situación como la vivida el año pasado en Suecia con Petter Solberg y Chris Patterson.
Peor suerte corría Per Gunnar Andersson que veía como su Proton Satria Neo S2000, que en esos momentos era líder del SWRC, explotaba y se calcinaba en plena noche del Turini. Aunque no era único que brilló con el S2000 y no pudo terminar la carrera. Sébastien Ogier voló literalmente con el Skoda Fabia de Volkswagen hasta que sufrió el que para él mismo ha sido el peor accidente de su carrera deportiva. Afortunadamente tan sólo Julien Ingrassia tuvo algunas lesiones leves.
Craig Breen tomó el relevo en la victoria del SWRC, mientras que el polaco Michael Kosciuzsko conseguía ganar entre los pilotos de la categoría de producción. En esa misma participaba el vasco Joseba Castro que acompañada de la experimenta Ariela Tramont conseguía finalizar su primer Montecarlo, sin casi test con el Mitsubishi Lancer EVO X y aguantando unas condiciones muy difíciles para todos.