La semana después del rally. El IRC sigue los pasos del WRC

Hace seis años asistíamos al nacimiento del llamado Intercontinental Rally Challenge. El campeonato nació con la obligación de fijarse en su hermano mayor, el WRC, y no cometer los mismos errores que han hecho del Mundial de Rallyes algo moribundo, siempre en la cuerda floja. Y así fue. El IRC creció con fuerza durante los dos primeros años y Eurosport Events, al cargo del campeonato tomó todas las decisiones correctas.

Los tres años siguientes el IRC siguió creciendo con medidas menos restrictivas que el WRC, acogiendo pruebas que no conseguían el presupuesto para llegar al Mundial (como el Safari, Tour de Corse, Montecarlo o San Remo) y con la utilización de un coche mucho más “barato” que los World Rally Cars. Precisamente fueron los S2000, su variedad, su menor coste de mantenimiento hizo que pilotos que creían no tener ninguna posibilidad en el panorama internacional encontraran su sitio.

Poco a poco se estaba haciendo un hueco en el corazón de los aficionados, cansados de los altibajos del Mundial y sedientos de savia nueva. Si a ello le sumamos la posibilidad de ver en algunas pruebas seleccionadas (básicamente en las que los organizadores pagaban por ello) varias especiales en directo a través de los canales de Eurosport, todo se volvía mucho más atractivo.

La nostalgia nos hizo recordar aquellas trasmisiones de José Antonio Ponseti, Juanjo Lacalle o Fernando Albes, micrófono en mano contándonos en directo las incidencias del Rally de Catalunya. A pesar de la salida de Abarth como marca oficial, el IRC se aseguró la presencia de Peugeot y Skoda como grandes reclamos y con varias de sus filiales (británicas y belgas sobre todo) apoyando a pilotos de sus países.

Año tras año llegaba enero y nadie se acordaba del WRC, todos los ojos se centraban en el Rally de Montecarlo con sus grandes retrasmisiones, listas de inscritos y competitividad. Incluso la prueba monegasca recuperaba sus clásicas nevadas inesperadas. Ford hacia debutar su Ford Fiesta S2000 con Mikko Hirvonen, e incluso los hermanos Solberg y Sébastien Ogier no se podían resistir a los encantos del campeonato.

Pero últimamente todo parece haber cambiado. Ya durante el año pasado, el enfado de Olivier Quesnel ante la gran cantidad de dinero que ponía Skoda para asegurarse el titulo encendió las señales de alarma. Sin Peugeot, el IRC se quedaba sólo Skoda como marca oficial. La temporada fue pasando y poco a poco se perdió cierto interés. Tan sólo el final lleno de emoción con las pruebas de Escocia y Chipre pareció recuperar parte de la atención perdida.

Sin embargo llegó 2012 y con él parte de su debacle. Peugeot cumplía su amenaza y no apoyaba a ningún piloto para disputar el programa completo, tan sólo Magalhaes y Vouilloz comenzaban la temporada y ya vemos que no la han completado. Lo peor llegaba cuando Skoda tomaba la difícil decisión de dividir esfuerzos y únicamente permitir a Andreas Mikkelsen disputar todas las pruebas del año. El noruego tenía el titulo prácticamente en su mano si tenemos en cuenta que ningún otro participantes (de cabeza entiéndaseme) podía permitirse realizar el programa al completo.

La pérdida del Rally de Montecarlo también fue un golpe muy duro, sumado a que el llamado Intercontinental Rally Challenge, se convertía en monocontinental al disputarse todas sus pruebas sobre suelo europeo. El IRC continúa teniendo una gran cobertura vía Internet (mil veces mejor que la del Mundial) pero poco a poco también perdía cuota en la pequeña pantalla. La crisis no permitía a las pruebas seguir dirigiendo dinero a retrasmitir en directo sus tramos, algo que se ha traducido en que por el momento sólo un rally ha tenido tramos en directo, y únicamente se espera que el Barum y Chipre puedan darlos en los que queda de año. Además los resumenes se han reducido, con menos tomas distintas y con una calidad un tanto peor a la que nos tenían acostumbrados.

El futuro a corto plazo tampoco es muy esperanzador que digamos. Como ayer mismo os decíamos, Skoda se está pensando el tomarse un año sabático para desarrollar su nuevo Fabia R5. Son precisamente estos R5 los que se esperan que repunten algo la situación del IRC. Todo ello junto a la esperada fusión con el Europeo de Rallyes el próximo año.

A pesar de ello, 2013 parece que será un año de transición, sin ninguna marca oficial y con Skoda UK como el equipo más fuerte. Obviamente a los habituales del IRC tendremos que sumar a los muchos pilotos italianos y gentleman drivers que disputan el europeo. Esperemos que los Ford Fiesta RRC tan de moda últimamente (en manos de Basso, Flodin o Salo) y el Mini SPC se sumen a los privados que disputen el campeonato del año que viene. Por el bien del mundo de los rallyes espero que 2014 tenga un mejor panorama de lo que lo tiene 2013, tanto en el IRC como en el WRC.

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