La lluvia parece haberse abonado este año al Mundial de F1. El líquido elemento se ha empeñado en aportar un factor de incertidumbre y, a veces, también de igualdad a un Mundial que está siendo más imprevisible que nunca.
Ya son varios los Grandes Premios consecutivos en los que la lluvia ha hecho acto de presencia o se ha convertido en una seria amenaza para las estrategias de los equipos. Y el GP de Alemania de este próximo fin de semana parece que no va a ser menos. Según las previsiones meteorológicas locales, la lluvia afectará a esta décima prueba del Campeonato del Mundo.
Si bien para el viernes la probabilidad de precipitaciones es mínima, no así para el sábado, cuando existe un 80% de probabilidades de que aparezcan chubascos a lo largo de todo el día, lo que prácticamente con toda seguridad afectará a la sesión de calificación. En cuanto a la carrera, la probalidad de que se corra sobre mojado también existe, aunque es algo más baja que la del sábado, ya que se anuncia un porcentaje de posibilidades de que llueva es del 65%. Lo que sí parece asegurado es que los cielos estarán nublados durante todo el fin de semana y que no se alcanzarán las elevadas temperaturas de otras ocasiones en el verano alemán.
Y como siempre, si se confirma que la lluvia afecta a la carrera, ésta podría convertirse en una lotería, aunque también es cierto que en las dos últimas que se han disputado sobre mojado, el boleto ganador lo ha comprado el mismo, Lewis Hamilton, que se impuso en el GP de Mónaco y que hace diez días ofreció toda una exhibición en Silverstone.
Habrá que esperar a ver si las previsiones en esta ocasión son tan certeras como lo fueron para el GP de Gran Bretaña. Eso sí, en el caso de Silverstone la probabilidad era prácticamente del 100%.