A decir verdad, la primera manga de la GP2 no estaba teniendo demasiada historia. En un circuito como Hockenheim, donde en teoría hay puntos claros de adelantamiento, casi todas las luchas en pista daban como vencedor al piloto que defendía posición: Pantano-Grosejan, Di Grassi-Senna, Chandhok-Villa...
Pese a las vueltas rápidas de Romain Grosejan, Giorgio Pantano controlaba a la perfección su liderato desde la pole. Por detrás, no fue hasta que faltaban 11 vueltas para el final que la cosa se empezó a animar, pasando Senna a Di Grassi y Villa a Chandhok. Rápidamente, Bruno Senna dio caza a Sebastien Buemi, 3º, y cuando se preveía una bonita lucha por el podium entre los dos futuribles de Toro Rosso, apareció la lluvia a 6 vueltas del final.
Muchos pilotos entraron a cambiar a gomas de mojado visto el aguacero que estaba cayendo, y sólo algunos valientes, entre ellos Pantano, Grosjean y Javi Villa, se aventuraron a continuar con slicks, bailando de puntillas por la encharcada pista alemana. Romain Grosjean, que en seco no había podido doblegar a Pantano, lo pasó en mojado y se escapó hacia la victoria, mientras que Villa, que había subido a una genial 3ª posición, perdió el podium por una salida de pista en la última vuelta. Sigue la mala suerte.
Bruno Senna protagonizó una batería de fallos desde que el líquido elemento hizo acto de presencia sorprendente en un piloto que se desenvuelve bien bajo la lluvia, y aunque pilotó las últimas vueltas aprovechando todas las escapatorias de asfalto habidas y por haber, sólo pudo acabar cuarto, siendo el mejor clasificado que paró a montar gomas de agua. El podium de la carrera de hoy lo completó otro valiente con slicks: Álvaro Parente.
Giorgio Pantano ya se escapa en la general a 17 puntos de Senna, y este campeonato de GP2 huele cada vez más a título de Pantano en su cuarta temporada en la categoría. Si es así, podría convertirse en el primer ganador de GP2 sin asiento titular en la Fórmula 1 en la siguiente temporada.