Las IndyCar Series planean introducir para la temporada 2011 una nueva reglamentación de motores que tenga en cuenta las presiones medioambientales cada vez más crecientes en el automovilismo mundial.
Aunque todavía se debe discutir el apartado técnico de la nueva normativa, conceptos como la reducción de consumo o el respeto medioambiental hacen pensar que podemos estar cercanos al final de la época de los V8, que empujan a los monoplazas de la Indy desde 1997.
En el horizonte aparecen nuevos motores de cuatro o seis cilindros con turbo, algo que ya sonó hace no demasiado tiempo en Europa para cuando los motores de Fórmula 1 salieran del congelador.
En las discusiones técnicas del reglamento participarán figuras representativas del mercado automovilístico estadounidense, sobre todo teniendo en cuenta que Honda, el proveedor único de motores en la actualidad tras la marcha de Toyota en 2005, está deseosa de tener rivales en pista.
Vía | Autosport