Durante el fin de semana el ingeniero jefe de operaciones de Williams, Mark Gillan, desveló la noticia. La FIA había remitido una circular a las escuderías en la que declaraba como no-legal que el sistema de control de altura. De esta forma se cerraba la primera gran polémica de la temporada. Todo el trabajo de diseño y desarrollo del revolucionario sistema de control de altura realizado por Lotus se venía abajo. Y de paso servía para que el resto de escuderías no perdiera tiempo y recursos en comenzar su propio desarrollo.
A pesar de que en primera instancia el sistema fue declarado legal, una vez que la FIA ha analizado con más detenimiento el sistema ha encontrado que contraviene varios artículos del reglamento técnico. En primer lugar, debido a su uso principalmente aerodinámico, el sistema de control de altura va en contra del artículo 3.15, el cual impide que la utilización de mecanismos aerodinámicos móviles (salvo el DRS).
Para que un elemento pueda utilizarse con fines aerodinámicos, éste debe estar unido de forma rígida al monoplaza y no debe poder moverse con respecto al chasis. Por otro lado, el sistema de control de altura también afecta al apartado correspondiente a las suspensiones. Según el artículo 10.2.3, el sistema de suspensión no se puede ajustar mientras el monoplaza está en movimiento. Ahora la pregunta es lógica. Antes de dar la primera aprobación, ¿la FIA no podía haber realizado ese estudio más concienzudo? Igual es que tenían mucho trabajo y les daba pereza. Pero claro, alguien se quejó y hubo que ponerse en marcha.
En Motorpasión F1 | Así funciona el sistema de control de altura