La FIA ha reaccionado rápido y tras los lamentables incidentes que se producían este fin de semana en el Circuit de Catalunya, donde Lewis Hamilton fue objeto de toda serie de insultos y vejaciones por parte de un grupo de aficionados, ha emitido un comunicado en el que ha advertido que castigará con dureza cualquier de manifestación racista en la F1.
En mi más humilde opinión, lo que sucedía el pasado viernes en Montmeló no fue un ataque racista, aunque leyendo algunas pancartas no lo pareciera, sino más bien la actuación de unos exaltados, que no pertenecen al mundo de la F1, y que se 'colaron' en el Circuit para pagar sus frustraciones como si de un fondo de un estadio de fútbol se tratara.
Pero lógicamente, para la FIA lo sucedido en Barcelona es inadmisible y ha dejado claro que no lo tolerará más. "La FIA está sorprendida y decepcionada por los abusos dirigidos hacia Hamilton", explicaba un portavoz de la FIA. "Este tipo de abusos son una clara violación de los principios que rigen los estatutos de la FIA y cualquier repetición desembocará en graves sanciones".
Es decir, que un grupo de impresentables, como ocurre casi siempre en estos casos, podría provocar, de repetirse algo similar, que todos los que esperamos con ilusión y ganas que la Fórmula Uno visite cada año y en varias ocasiones el Circuit de Catalunya, nos veamos privados de ello. No me extrañaría que una sanción al Circuit pudiera acabar con entrenamientos a puerta cerrada. Esperemos que no sea así.
Vía | Marca