Las cosas no van bien. Eso salta a la vista. Pero con comunicados como el emitido ayer por la FIA podemos ver que están peor de lo que imaginábamos. Cuando las cosas parecían aclararse, la FIA ha hecho saber que algún equipo está tratando de desestabilizar la situación, afirmando que las posturas están más alejadas que nunca cuando parece que es todo lo contrario.
En una reunión entre FIA, con Max Mosley a la cabeza, Ross Brawn, el jefe de Ferrari Stefano Domenicali, el de Red Bull Christian Horner y el de Toyota John Howett, todos llegaron a varias conclusiones satisfactorias. Se buscó un acuerdo para las normativas técnicas del 2010 para ayudar a los nuevos equipos y se propuso prolongar el actual Pacto de la Concordia, firmado en 1998, hasta 2014. Ambas propuestas fueron bien recibidas por los equipos. Por último, el acuerdo para la reducción de costes parece más cercano que nunca.
La FIA ha quedado atónita al comprobar cómo diferentes miembros de la FOTA, que no estuvieron en la reunión, han falseado lo ocurrido allí asegurando que no se llegó a ningún acuerdo y que la reunión había sido una pérdida de tiempo
Está claro que hay un elemento en la FOTA decidido a evitar cualquier acuerdo a pesar del daño que eso pueda ocasionar a nuestro deporte
Y teniendo en cuenta que Ferrari estaba en la reunión y estaba de acuerdo con lo propuesto, nos quedamos sin el candidato perfecto a las acusaciones de la FIA.
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