El pasado domingo saltó la sorpresa. Aquejado por fuertes dolores de espalda, Kimi Räikkönen daba por concluida su temporada perdiéndose los dos últimos grandes premios de la temporada. El finés iba a aprovechar estas dos semanas para pasar por el taller y tratar de recuperarse de la espalda con el objetivo puesto en 2014.
Pero lo curioso es que tras resolver in-extremis sus problemas con la escudería por el adeudo de una buena parte de su salario, finalmente Räikkönen se sale con la suya. La cara de tontos que se les ha quedado en Lotus es mayúscula ya que hasta el anuncio del pasado domingo, no conocían la decisión de su piloto. Tal es su desconocimiento que en la nota de prensa previa habitual antes de cada gran premio se incluían las palabras del piloto finés que reconocía que esperaba con especial interés esta carrera.
Pero el que quizás puede ser el dato diferencial está lejos de Enstone y lejos de la zona de influencia de la escudería. Según informa La Gazzeta dello Sport, el pasado jueves Kimi Räikkönen estuvo en la sede de Ferrari en Maranello. Además de reunirse con su próximo jefe, Luca Cordero di Montezemolo, el finés también aprovechó la visita para irse haciendo el asiento del monoplaza del próximo año. Tres días después, Steve Robertson informaba a Gerard Lopez de que Räikkönen iba a someterse a una operación esta misma semana.
Si somos malos tenemos que pensar que el estado de la espalda de Räikkönen debe ser bastante malo para buscar una intervención tan rápida. Eso no incluye que podría estar en condiciones para pilotar un Fórmula 1, pero aún así es muy curioso que la decisión se tome inminentemente tras la visita a Ferrari. Quizás sea demasiado elucubrar pero los datos nos dejan esa puerta abierta de par en par.
Vía | El Confidencial