El Gran Premio de China de la semana pasada fue un fiasco en toda regla para Kimi Raikkonen. Hasta las últimas vueltas ocupaba posiciones de podio, pero sufrió la muerte súbita de sus neumáticos Pirelli y se hundió hasta la decimocuarta plaza final. Un resultado que contrastaba con la sexta posición que ocupó su compañero de equipo Romain Grosjean.
Este domingo el finlandés ha podido resarcirse del decepcionante resultado obtenido en el circuito de Shanghai. En el trazado de Sakhir ha acabado en segunda posición, y ha tenido la victoria a tiro durante una parte de la prueba. El ritmo que ha mostrado por nos ha recordado al de los mejores tiempos. Kimi Raikkonen no ha vuelto a la Fórmula 1 a pasárselo bien, ha regresado para aspirar a todo.
La clasificación de ayer nos dejaba la sorpresa de su eliminación en la Q2, que le iba a obligar a partir desde la decimosegunda posición de la parrilla de salida. Muy retrasado para siquiera soñar con las posiciones de podio. Equivocados estábamos los que pensábamos eso. Kimi Raikkonen logró remontar diez posiciones para concluir en el segundo escalón del podio.
Ya en la arrancada consiguió ganar varias posiciones, algo que le puso a tiro las posiciones de honor y aspirar a lograr una buena cosecha de puntos. El finlandés poco a poco se fue deshaciendo de rivales. El último del que se zafó fue Romain Grosjean. El único que se le resistió fue Sebastian Vettel, a la postre ganador del Gran Premio de Bahréin.
Actuaciones como la de hoy nos traen a la memoria el talento del que siempre ha hecho gala Kimi Raikkonen. Sin duda uno de los pilotos más completos que han pasado por la Fórmula 1 en los últimos tiempos. Estaba claro que a poco que Lotus le diera una máquina digna, el finlandés iba a tener mucho que decir en su regreso al gran circo.
Esperemos que lo de hoy sea el pistoletazo de salida de actuaciones similares en lo que resta de temporada. La Fórmula 1 y el espectáculo lo agradecerán. Los aficionados, también.
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