En una Fórmula 1 en la que adelantar es complicado, y ya ni que decir tiene si estamos en circuitos ratoneros como el Hungaroring, ningún piloto que aspire a las victorias puede permitirse el lujo de salir retrasado en la parrilla.
Ese es el lujo que se está tomando últimamente Kimi Raikkonen, y quizás sea uno de los motivos por los que no gana desde el Gran Premio de España en el mes de abril, porque a la que tiene pista libre, está más que demostrado que Kimi tiene un ritmo altísimo (es el autor de 7 vueltas rápidas en las 11 carreras que llevamos). ¿Qué ha pasado con el Kimi de McLaren que se marcaba vueltas de calificación impresionantes cargado hasta arriba de combustible?
El piloto de Ferrari es consciente que debe mejorar sus prestaciones en calificación si quiere luchar por revalidar su título de Campeón del Mundo. La cuestión es que Kimi no acaba de encontrar los reglajes adecuados en su monoplaza, algo de lo que hace ya bastante tiempo se conoce que cojea el finlandés: “Cada vez pasa algo extraño, y no logramos encontrar el mejor set up posible del coche. Intentamos encontrar un buen compromiso, pero eso no ayuda”.
Está claro que por muy buen ritmo de carrera que tengas, como demostró Kimi en su último stint en Hungaroring, si te pasas taponado 2/3 partes de la carrera, como le pasó con Alonso en sus dos primeros stints, pensar en la victoria es algo casi imposible.