El año pasado, Jimmie Johnson se quedó con las ganas de luchar por su sexto título. Un abandono a falta de dos carreras para el final dejaban el título en manos de Brad Keselowski. Pero 2012 es cosa del pasado y ayer comenzaba 2013 a lo grande, con la Daytona 500. Como es habitual en el, Johnson suele mantener un perfil bajo durante las carreras para asestar el golpe en los últimos compases. Ayer fue un nuevo ejemplo de que hoy por hoy, el piloto de Hendrick Motorsports es sin lugar a dudas el mejor piloto de la parrilla de la NASCAR. Jimmie Johnson consiguió su segunda victoria en la Daytona 500, colocando la primera piedra hacia su sexto campeonato .
La carrera estuvo marcada por algunos detalles. Danica Patrick, que partía desde la pole, se convirtió en la primera mujer que lideraba una vuelta en la historia de la NASCAR. Hay que decir que aunque ya tuviera experiencia, ayer superó la prueba con nota. En todo momento estuvo entre los mejores y solo el drafting de las últimas vueltas le hizo descender hasta la octava posición.
Además de los habituales accidentes, otro de los puntos de interés estuvo en los coches de Joe Gibbs Racing. A falta de 50 vueltas, el "nuevo" Matt Kentseth dominaba la carrera con Denny Hamlin y Kyle Busch a sus espaldas pero en tan sólo un par de vueltas tanto Kenseth como Busch decían adiós a la carrera con sendos problemas en el motor.
Al final, y en una de esas mini-carreras que se dan en la NASCAR, esta vez a seis vueltas, Johnson fue el más rápido consiguendo parar los ataques de Dale Earnhardt Jr, segundo, y el viejo rockero Mark Martin, tercero. El actual campeón, Brad Keselowski, finalizó cuarto.