Que las altas temperaturas de citas como Malasia o las de Bahrein hacen mella en los pilotos enfundados en mono y casco no es ningún secreto. Que han de hidratarse y beber mucho antes y después de la carrera tampoco. Pero que llegue un piloto a sufrir quemaduras de cualquier índole ya no es tan normal. Y es justo lo que le ha sucedido al vencedor de la carrera en Sakhir.
Ya corría el rumor de que los Brawn GP podían tener algún problema de refrigeración, descubierto al llegar al caluroso circuito enclavado en medio del desierto. Por lo visto por un fallo eléctrico durante la carrera, ciertos elementos del habitáculo que están cerca del piloto se pusieron más candentes de lo recomendable. Una especie de caja le provocó a Jenson Button una pequeña quemadura en la parte alta de la nalga izquierda (se puede decir más claro, pero menos elegante).
Jenson Button reconoce que es una quemadura muy pequeña, y que el motivo causante será solucionado. Pero lo que me da que pensar es que algo que te va haciendo cierto daño, por poco que sea durante un tiempo continuo puede llegar a ser una pequeña pero molestísima tortura. Igual este detalle tuvo que ver en el rendimiento mejor en carrera que en la clasificatoria. Y es que en una situación similar con una pequeña molestia haciendo la puñeta durante más tiempo del deseable y que no le puedes poner fácil solución, pero tampoco te imposibilita demasiado, ¿qué te hace pensar? exacto: en llegar/terminar lo antes posible.
Sería interesante estudiar de ponerle a algún que otro piloto una parrilla bien ubicada... conectable y desconectable a distancia por el equipo eso sí, para motivarle a ir más rápido. Jenson, gajes del oficio que se suele decir, que sea leve, pomada, que no salga ampolla (que esto sí que llega a molestar tanto o más) y que no sea un continuo durante la temporada. ¡Menuda faena!
Vía | GPUpdate