Parece que ha empezado a sembrar la duda en el seno del equipo Honda. Está claro que llegar un año tarde a la nueva etapa de la Fórmula 1 puede traer más desventajas que beneficios. Lógicamente, el desarrollo en pista está limitado a lo que el equipo japonés pueda entrenar de forma privada pero sin casi tener referencias frente a sus adversarios.
Además, está el hecho de las filtraciones que se van produciendo respecto a los motores del resto de los fabricantes. Con todo ello, Yasuhisa Arai se ha colocado en una situación de prudencia e incluso yo diría que de pseudo falsa autoestima sobre su motor y su futuro monoplaza.
Honda es un gigante, de eso no tiene nadie duda. Yo siempre me lo he imaginado con un almacén como el que aparecía en la última entrega de Indiana Jones, donde se guardan cientos y cientos de secretos y proyectos que sus ingenieros ya han pensando. Cuando algo parece que es novedad, llegan ellos y salen con una caja debajo del brazo de una idea similar que ya habían tenido cinco años atrás.
Hay tanto ventajas como desventajas empezando en 2014. Van a suceder muchas cosas durante la temporada de F1, y estamos en una situación afortunada de ser capaces de observar lo que va a suceder. Sin embargo, ya que sólo seremos capaces de observar, no podremos estar físicamente en la pista para ver los problemas. Otros equipos pueden mejorar en sus problemas y progresar a medida que la carrera continúa. Cómo van a progresar será un misterio para nosotros y nuestros ingenieros deberán confiar en nuestra imaginación.
No sé si me da mas miedo el año que regresen a la competición o el siguiente si se sienten derrotado y ponen en marcha todo su potencial.
Vía | GPUpdate