Gran Premio de Gran Bretaña 1979: Clay Regazzoni da la primera victoria a Williams

Cuando la Fórmula 1 se fue de Dijon tras el espectacular duelo entre Gilles Villeneuve y René Arnoux por la segunda posición del Gran Premio de Francia, nadie se imaginaba que Silverstone tenía otra sorpresa preparada. Jean-Pierre Jabouille obtuvo en Francia la primera victoria de Renault en la categoría reina; dando la fiesta ideal al equipo con un estreno en casa. En Silverstone, para el Gran Premio de Gran Bretaña de 1979, otro hito se produciría con otra primera victoria de otro equipo, con Clay Regazzoni imponiéndose para Williams.

Un dato único en la historia de la Fórmula 1, el de dos equipos consiguiendo sus primeras victorias en carreras consecutivas, que solo estuvo a punto de repetirse en 2009 con Brawn GP y Red Bull. Pero volviendo a la carrera que nos incumbe, Williams llegaba con ganas y potencial aunque lejos de los líderes. Desde que habían estrenado su nuevo modelo para la temporada de 1979 (había llegado tarde y no empezaron el año con él), los resultados habían mejorado. Aún así, no formaban parte de la lucha por el título, con cinco pilotos en diez puntos.

La primera sorpresa del fin de semana llegó con la pole position de Alan Jones con el Williams... más de seis segundos y medio más veloz que la pole de 1977, última vez que se había competido en Silverstone. Fue la primera del equipo de Frank Williams, que veía como su FW07 les estaba elevando a alturas jamás soñadas. Jean-Pierre Jabouille le acompañaba en la primera fila de parrilla, aprovechando la potencia del motor Renault turbo, mientras Nelson Piquet era tercero con el Brabham-Alfa Romeo y Clay Regazzoni con el segundo Williams partía desde la cuarta plaza.

¿Y los Ligier y Ferrari? Todos ellos más allá de la décima posición, con Carlos Reutemann (octavo) como el único piloto puntero en estar en una posición decente. Era una nueva muestra de que el mundial de Fórmula 1 estaba viviendo momentos de cambio, con los motores turbo y los coches con el efecto suelo más depurado en la zona alta. Williams había acertado de pleno con su nuevo coche y era un hecho que quedaría patente a lo largo de lo que quedaba de temporada de 1979 y la siguiente, en 1980.

En la salida, Clay Regazzoni dejó claras sus intenciones de volver a subirse al podio, después de haber sido segundo en Mónaco, y se situó en cabeza. Pero una buena salida no fue suficiente para frenar el avance del talentoso Alan Jones, que recuperó la cabeza de carrera con Jabouille justo detrás, todo esto antes de terminar la primera vuelta. Por detrás, Piquet se salió de pista en el segundo giro, Mario Andretti abandonó por problemas en el anclaje de una rueda en el cuarto y Niki Lauda por problemas de frenos en la vuelta trece.

Esto dejaba a René Arnoux en cuarta posición detrás de Regazzoni, con sus respectivos jefes de fila abriendo camino. Tras ellos, los dos pilotos de Ferrari estaban a la espera de lo que pudiera pasar, con Jody Scheckter por delante de Gilles Villeneuve, que cerraba la zona de puntos. Jones tenía claro que para ganar había que forzar a los Renault y su táctica tuvo éxito. Jabouille tuvo que parar pronto porque sus neumáticos Michelin se estaban degradando tras diecisiete vueltas. Pero su parada acabaría siendo su perdición.

Durante la susodicha parada a boxes para reemplazar sus gomas (que le hizo perder la segunda posición en favor de Regazzoni), el alerón delantero de su Renault se partió, obligándole a volver a parar para reparar la máquina. Esto causó una subida de temperatura del turbo que acabó por retirarle de la carrera. Jones seguía liderando pero en la vuelta 39, justo en el ecuador de la carrera, un fallo en la bomba de agua causó un fallo en su motor Cosworth. Era el fin de su carrera y las esperanzas de doblete de Williams.

También Jacques Laffite con Ligier, que había adelantado a los Ferrari, tuvo que abandonar con problemas de motor. Esto dejaba a Regazzoni por delante de Arnoux y los Ferrari como los únicos pilotos en la vuelta del líder. Precisamente los coches italianos sufrían por usar neumáticos Michelin y Villeneuve tuvo que parar antes del final, aunque acabó abandonando por problemas técnicos. Scheckter se mantuvo en pista, cada vez con peor ritmo y perdió dos posiciones antes de cruzar la línea de meta.

Quien la cruzaba con el brazo en alto era Clay Regazzoni, que aguantando firme donde otros no aguantaron, celebraba la primera victoria de su equipo. A su lado, René Arnoux volvía a subirse al podio, con Jean-Pierre Jarier como invitado sorpresa con el Tyrrell. John Watson con McLaren fue cuarto, justo por delante de Scheckter. Jacky Ickx, reemplazando a Patrick Depailler, completó la zona de puntos. La historia nos cuenta que esta fue una carrera de "últimas veces", ya que Regazzoni obtuvo su quinta y última victoria en el mundial, con Jarier subiéndose al podio por última vez.

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