La Fórmula 1 llega al Korean International Circuit por tercera vez en su historia. El circuito coreano llegó a la Fórmula 1 con mal pie y a pesar de ser galardonado con el premio al mejor gran premio de la temporada 2010, algo que sonó a chiste, en su corta historia podríamos decir que su presencia en el calendario pasa sin pena ni gloria. Veremos si en el futuro mantiene su hueco. De momento para 2013 lo seguiremos teniendo en el campeonato.
Pero esas son cosas del futuro, de momento nos centramos en lo que tenemos a la vuelta de la esquina. El Korean International Circuit consta de dos partes muy diferenciadas: una zona de circuito tradicional con amplias escapatorias y otra que recuerda a los trazados urbanos con los muros muy cerca de la pista.
Resalta por encima de todo la larga recta trasera, una de las más largas de la temporada, y que es en dónde estará situada la zona DRS. Para esta temporada, la FIA ha decidido añadir 80 metros a la misma por lo que la curva 3 debería convertirse en un festival de adelantamientos. Todo lo contrario que el resto del circuito.
El resto del trazado es una mezcla de curvas medias y lentas lo que hace que pilotos y equipos tengan que buscar el compromiso entre comportamiento perfecto en la larga recta y un buen equilibrio en la parte mixta.
En cuanto a los neumáticos, Pirelli ha seleccionado el compuesto blando (marca de color amarillo) y el superblando (rojo) que deberían ser la elección de compromiso con la que afrontar uno de los más complicados del año para los neumáticos. De momento, el fabricante italiano no se ha querido pillar los dedos y la elección se repite con respecto a 2011.
En cuanto al tiempo, a pesar de no contar con temperaturas muy elevadas, la Fórmula 1 parece que se va a librar de la incómoda lluvia tan presente a lo largo de la temporada.
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