Llegamos al final de la temporada y lo hacemos con un trazado de la vieja escuela que cuenta con varias características peculiares. Unos 15 segundos con el pedal a fondo en la grandísima curva a izquierdas, en subida y con varios vértices que precede a la línea de meta; la frenada espectacular para la curva 1, que es ciega y que da paso a las S de Senna, la muy virada zona del sector 2.
El asfalto de Interlagos es uno de los grandes quebraderos de cabeza para todos. Siempre está bacheado aunque se reasfalta periódicamente. El compromiso entre velocidad, agarre, estabilidad y paso por curva es uno de los alicientes de este gran trazado. Las claves principales para acometer la puesta a punto se pueden resumir en: motor a punto; compromiso aerodinámico para exprimir al máximo el sector 2 sin penalizar en exceso en el sector 3, y viceversa; y sobre todo muy buena tracción, un coto privado de Red Bull.
La necesidad de una aerodinámica más leve y un motor que empuje fuerte para acometer la salida de la curva 12. El KERS, si se conserva en condiciones hasta ese punto, puede ayudar a salir con decisión de esa curva y alcanzar una buena velocidad pronto. Con la zona de DRS ya definida entre las curvas 3 y 4 (la recta de atrás), al igual que la temporada pasada.
Este viernes los equipos podrán probar en los entrenamientos libres los prototipos de los neumáticos Pirelli para la próxima temporada. Cada equipo dispondrá dos juegos extra. En carrera la marca italiana sigue con su estrategia conservadora y proveerá a las escuderías con los compuestos medios y duras, al igual que ya hicieron en el pasado Gran Premio de Estados Unidos.
Ya que los neumáticos parece que no serán demasiado importantes en dicha resolución del campeonato, la meteorología se ha puesto de acuerdo para anunciar lluvias de cara al domingo. En concreto se dice que el día de la carrera hay un 60% de posibilidades de precipitaciones. Fernando Alonso lo está deseando, veremos si se cumplen las previsiones.
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