En 2014, el Gran Premio de Baréin cumple su décimo aniversario (siempre y cuando no tengamos en cuanta la edición cancelada en 2011) y lo hace celebrándolo a lo grande con una carrera noctura. Para ello, han sido instalados 495 postes a lo largo del circuito de entre 10 y 45 metros que mediante 5.000 luminarias iluminarán el trazado por completo. Y por último la cifra que quizás llame más la atención, la instalación ha requerido más de 500 kilómetros de cableado.
Otra de las cosas que estrenará el circuito de Sakhir es nombre en la curva 1. Tras el accidente sufrido por el alemán, el Bahréin International Circuit decidió honrar a Michael Schumacher nombrando la primera curva con su nombre. Un homenaje al que fue el primer ganador del Gran Premio de Baréin allá por 2004 (concretamente el 4 de Abril, mes cuatro, de 2004).
Para los amantes de las estadística, en las nueve ediciones anteriores nadie ha conseguido la victoria saliendo más allá de la segunda línea de parrilla. Y entre los pilotos activos con victorias en Sakhir, Fernando Alonso, con tres, Felipe Massa y Sebastian Vettel (con 2, en el caso del alemán las dos últimas) y Jenson Button, vencedor en 2009, el año de su título.
El análisis del circuito
El circuito de Sakhir está ubicado en mitad del desierto, y eso condiciona, y mucho, todo lo que se pueda decir sobre esta creación de Herman Tilke. A grandes rasgos, y como dato esperanzador, las carreras en Bahrein suelen ser divertidas y con numerosos adelantamientos, ya que el circuito sigue el modelo Tilke: largas rectas, fuertes frenadas, y curvas de todo tipo.
Y para no abandonar el factor clima, estar en medio de la nada también ocasiona que las ráfagas de viento, además de traer consigo la ya comentada arena, ocasione serios problemas de estabilidad a los monoplazas en las fuertes frenadas. Sin olvidarnos que suele afectar a la adherencia del asfalto, ya que se ensucia fácilmente cuando sopla el viento, que allí es casi siempre.
Sin duda, el componente que más sufre en Bahrein son los frenos, ya que el circuito dispone de frenadas bestiales, sobretodo la de final de recta (se pasa de 320 km/h a 80 km/h), o las de las curvas 4 y 14, precedidas ambas de unas interesantes mini-rectas. Estas frenadas son clarísimos puntos de adelantamiento, ya que además las escapatorias de asfalto que se ven al horizonte dan un plus de confianza a los pilotos para arriesgarse. Un buen pack aerodinámico para las zonas rápidas y una buena tracción para salir de las curvas lentas también son de agradecer.
Quizá el punto más interesante del circuito sean las curvas de izquierdas 9 y 10, muy técnicas, que vienen precedidas por una complicada frenada en apoyo y que se trazan como si se tratara de una única curva. Eso sí, como para gustos, los colores, las enlazadas 5-6-7 también contarán con sus seguidores.
Para terminar, indicar que es un circuito de carga aerodinámica media, quizás ligeramente inferior a las empleadas en Australia y Malasia, para intentar aprovechar al máximo las largas rectas, y una configuración de suspensiones tan dura como para aguantar las curvas rápidas, y a la vez tan blanda como para facilitar el agarre mecánico en las curvas más lentas y reviradas. La estrategia tradicional es de 2 paradas.