Viendo los resultados de este Gran Premio de Australia a mí me parece que, en el caso de Ferrari, hemos asistido a una continuación de la temporada 2010. Para nada pensaría que estamos ante una nueva temporada. El Ferrari F150º Italia sigue teniendo problemas en la clasificación, Red Bull y McLaren son más competitivos en el fin de semana en su conjunto, Fernando Alonso hace tiempo que no tiene una buena salida, Felipe Massa sigue perdido en medio del pelotón… Una reedición de los hechos del año pasado.
Está claro que la temporada es larga y aún estamos en sus albores. La mayoría de las escuderías aún están calentando motores, pero, por lo menos hoy, la italiana ha seguido con los mismos achaques del pasado reciente. Unos problemas que cómo no los corrijan pronto les obligarán a trabajar a contrarreloj para no verse en un segundo plano a las primeras de cambio.
La clasificación de ayer no fue un fiel reflejo de la carrera de hoy. Volvió a ser evidente que el Red Bull se transforma a una vuelta. Justo lo contrario que el Ferrari; éste se muestra vago en su lucha contra el crono los sábados, para luego despertar los domingos. El problema de la Fórmula 1 a día de hoy, es que la posición de un piloto en la parrilla de salida condiciona sobremanera sus aspiraciones de cara a la carrera.
Felipe Massa merece un punto aparte. Hace unos días se formó un gran revuelo en el especial que escribí sobre él. Salta a la vista que no es el que era. Hoy pensaba que iba a quedar detrás de Fernando Alonso después de que éste le adelantara, pero no, andaba muy equivocado. Concluyó noveno. Entre su compañero y él se intercalaron Jenson Button, Kamui Kobayashi y Sergio Pérez, aunque estos últimos han sido descalificados una vez concluida la prueba por irregularidades en su alerón trasero.
El brasileño, de continuar con esa apatía que ha mostrado hoy una vez le adelantaron Button y Alonso, tiene, no un pie fuera de la escudería, sino los dos. En Ferrari no creo que tengan la paciencia suficiente para mantener a un piloto que ha perdido esa ambición que hace unos años le hizo luchar por un mundial. Está irreconocible. Por su parte, el español tiene que mejorar esas salidas que le están condicionando, y mucho, las carreras. Hoy arrancó bien, pero la decisión que tomó no fue acertada y le acabaron echando a la hierba. Es cierto que ahora, a toro pasado, es más fácil sacar conclusiones, pero últimamente lleva muchas salidas bastante malas, y eso la Fórmula 1 actual no te lo perdona.
En mi opinión tienen al mejor piloto de la parrilla actual, Fernando Alonso. Reconozco que no es tan rápido como Sebastian Vettel, ni tan agresivo como Lewis Hamilton, pero tampoco es tan irregular como ellos dos. Raro es que el de Ferrari tenga un error como el del inglés hoy, una pasada de frenada que dañó seriamente el fondo plano de su monoplaza. Si hay algo en lo que destaca el asturiano, es en rodar como un reloj vuelta tras vuelta. En eso es el mejor, sin discusión posible.
Si Ferrari quiere aprovechar el potencial que les brinda Alonso en carrera, deberían mejorar notablemente las clasificaciones, porque ahí parece que el monoplaza no da para más. Todo lo contrario que los domingos, donde salta a la vista que en tandas largas el Ferrari es un rival temible. De Massa mejor nos olvidamos, porque a este paso seguirá arrastrándose por los circuitos. Mal que les pese a algunos. No me vale que haga diez vueltas buenas aguantando a Button si luego se derrite como un helado al sol.
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