La Fórmula 1 llega al Gran Premio de Alemania y lo hace con muchas novedades. Buena parte de ellas radican en la alternancia existente para esta carrera entre el circuito de Hockenheim y Nürburgring. El año pasado hubo dos grandes estrenos, los neumáticos Pirelli y el DRS que este fin de semana harán su debut en Hockenheim.
El trazado de Hockenheim podría ser catalogado como una de las mayores desgracias que ha hecho Hermann Tilke en los últimos años. Por muy interesante que resulte el trazado actual, siempre veremos a Tilke como el mutilador de uno de los circuitos más rápidos e interesantes del calendario de tiempos pasados.
Lo que eran interminables rectas entre los frondosos bosques alemanes, que incluso hacían que los monoplazas perdieran las comunicaciones con los boxes, se ha convertido en un circuito moderno de carga aerodinámica media, que combina una parte veloz en el inicio de su trazado con una mucho más lenta en la conocida zona del estadio que da fin a la vuelta.
Si miramos al cielo, es posible que la lluvia vuelva a hacer acto de aparición. Eso sí, no se espera que en intensidad similar a la vivida hace quince días en el Gran Premio de Gran Bretaña. Eso sí, tanto mañana como el sábado hay probabilidad de lluvia por lo que la clasificación del Gran Premio de Alemania podría quedar condicionada por el líquido elemento.
Para su debut en Hockenheim, Pirelli ha escogido los compuestos blando (marcas amarillas) y el compuesto medio (marcas blancas). Se trata de la elección más repetida en lo que llevamos de temporada, en seis de los diez grandes premios, por lo que la marca italiana va a tiro fijo y no arriesga con la elección.
En cuanto al DRS, por primera vez, la zona escogida será una curva y no una recta. La parabólica de Hockenheim es la zona escogida para usar el DRS, siendo la horquilla que hay al final de la misma el lugar perfecto para ver un buen puñado de adelantamientos. La zona de detección estará situada al comienzo de la curva parabólica mientras que el punto de activación estará doscientos sesenta metros más adelante.
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