Siempre quedan brasas después de la barbacoa, y en el caso de la F1 siempre queda algo que decir tras un Gran Premio. Como no era de importancia capital tampoco nos hemos hecho demasiado eco, no tanto como en los fuegos cruzados, pero creo que tiene la importancia suficiente como para dedicarle unas líneas. No tanto la multa a Lotus por la salida poco segura de pits de Heikki Kovalainen por delante de Sebastian vettel, que es más un error del equipo que otra cosa (pero les cuesta 10.000 dólares), como la reprimenda a Michael Schumacher por provocar otra colisión.
Sabéis que no es santo de mi devoción desde que ha vuelto a la Formula 1, porque creo que el piloto con más títulos de la historia debe saber cuándo retirarse, y el momento idóneo es cuando estás en la cima, no cuando ruedas colina abajo sin frenos. La maniobra demasiado optimista de Schumacher esta vez no terminó con las opciones de Sergio Pérez, pero sí que dio al traste con una carrera que podría haber sido mejor. El vídeo (YouTube) no me deja lugar a dudas de que “por ahí no” ni en un millón de años. La razón de este post es preguntaros, ¿creéis que son útiles las reprimendas? ¿Es de recibo que el piloto más experimentado de la parrilla tenga tantos errores en una sola temporada?
Vía | Autosport