Hace un año, el Gran Premio de Malasia de Fórmula 1 comenzó mucho antes de que el semáforo se pusiera en verde. El tremendo chaparrón de la calificación provocó que varios de los grandes favoritos a la victoria, los Ferrari y Mclaren, ocuparan la parte de atrás del pelotón. Sin rivales, la oposición de Red Bull estuvo formada por la armada alemana. Pole para Mark Webber con Nico Rosberg segundo, Sebastian Vettel tercero y cuarta y quinta posición para Adrian Sutil y Nico Hülkenberg respectivamente.
Sin lluvia en el horizonte, la carrera "no tuvo" demasiada historia. Vettel conseguía colocarse primero tras la primera curva y a partir de ahí, vía libre. Victoria para el alemán que una vez concluida la carrera era puesta en entredicho por un adelantamiento con banderas amarillas. Al final no pasó nada y Vettel y Red Bull pudieron descorchar la primera botella de champán de la temporada. La primera de muchas. Victoria y doblete de Red Bull tras la segunda posición de Mark Webber. Nico Rosberg completaba el podio y le daba a Mercedes GP su primer podio en el regreso de los alemanes a la máxima categoría.
Tras salir desde la decimonovena posición, Fernando Alonso murió en la orilla. El motor de su Ferrari dijo basta a falta de dos vueltas para el final, cuando luchaba con Jenson Button por la octava posición de la parrilla. Tras tres carreras, Alonso perdía el liderato de la clasificación de pilotos en favor de su compañero, Felipe Massa.
Uno de los nombres propios de Sepang fue Lewis Hamilton. El británico estuvo siempre arriba en las sesiones libres, pero en la calificación, naufragó bajo la lluvia. Tras salir en vigésima posición, el británico realizó un remontada espectacular que le catapultó hasta la sexta posición final incluyendo algunas de las mejores maniobras de adelantamiento de la temporada.
Otros de los momentos interesantes fue ver como Jaime Alguersuari lograba los primeros puntos de la temporada y de su carrera. Novena plaza para el bravo piloto español de Toro Rosso. Pero además, vivimos como Hispania Racing F1 Team veía como sus dos pilotos cruzaban la meta, en su tercera carrera en la máxima categoría.
Por su parte, y a pesar de contar con unos depósitos de gasolina que a priori no les iban a permitir acabar la carrera, Lucas Di Grassi conseguía acabar la carrera con el Virgin Racing VR-01. Eso sí, gracias a reducir la porción de gasolina de la mezcla. Modo ahorro de consumo.
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