GP de Hungría de Fórmula 1: Análisis técnico de Hungaroring

A horas del próximo GP de Hungría de Fórmula 1 bien merece que le demos un vistazo al circuito de Hungaroring. Un circuito de los de siempre, de los de toda la vida, con sus aciertos y deficiencias, con quizás alguna que otra escapatoria justa, pero que por lo general nos brinda carreras muy entretenidas. Con pista corta, retorcida y tampoco muy ancha (en el mejor de los puntos la anchura ronda los 14 metros) se propician las carreras en fila india. Pero Hungaroring tiene la magia de que siempre surgen luchas o lo que sea de una forma u otra.

El circuito enclavado en Budapest tiene una longitud intermedia con 4,381 km, pero lo retorcido que es y la variedad de sus 14 curvas lo hacen ser el segundo más lento del calendario tras Mónaco. Para redondear no es una pista que tenga mucha actividad, por lo que durante el fin de semana la pista se va limpiando, va acumulando goma con el paso de los monoplazas de Fórmula 1 y las carreras soporte que la acompañen. Si le sumamos el asfalto bacheado resulta que brinda unas sensaciones más típicas de un circuito urbano. Con todo ello, estamos ante una de las pistas más técnicas del calendario y en las que un coche con carencias de potencia puede dar la sorpresa en buenas manos.

Con el calendario actual de Fórmula 1, Hungaroring es considerado un circuito corto (hace no muchos años un circuito corto se decía de pistas que se acercaban a los 3,5 km) y con sus características, salvo por una notable diferencia en rendimiento es complicado escaparse. Y por lo variado de sus curvas, también es complicado adelantar, pero de un tiempo para esta parte con los actuales monoplazas cada vez menos. Es más, con lo que llevamos visto este fin de semana yo diría que a los monoplazas actuales cada vez les van más circuitos como Hungaroring y los de siempre que las inmensidades como Shanghái o Istanbul Park.

Y es que a los V10 en esta pista sí que se les notaba tan "encajonados" como en Mónaco. Pero con los recientes monoplazas V8 ya no tanto. Ahí están los tiempos, pues el récord vigente de la pista en carrera es un 1:19.071 de Michael Schumacher en 2004, y ya en la clasificatoria hemos visto a los actuales monoplazas con peor aerodinámica y motor rodar en ese segundo e incluso batirlo.

No con ello deja de tener un valor extra la pole en Hungaroring, que junto con un buen coche, buena salida limpia y escapada puede estar casi media carrera ganada. Pero la pista tiene dificultades de sobras para que no se cumpla ese plan. Para empezar la primera curva es un embudo en el que lo raro es que no haya más de un toque e imprevisto de carrera que obligue a realizar la primera vista al pit-lane antes de tiempo. Le sigue el propio pit-lane, que es uno en los que más tiempo se le destina del calendario, y ya ese detalle con la característica de ser un circuito tirando a corto no es amiga del relax.

Además es una pista exigente como pocas. El bacheado del asfalto no se suaviza por más que la pista se asfalta, lo que ya significa que las suspensiones trabajan más que en otros circuitos, y que un coche reglado demasiado bajo puede sufrir más deseable. Su buen número de curvas castiga los neumáticos prácticamente por igual a izquierda y derecha. Las constantes aceleraciones y frenadas contundentes dejan poco respiro a motor, transmisiones y frenos. Recordemos que la velocidad de esta pista es de las más lentas del calendario (si en la recta principal aprovechando la última curva como lanzadera se alcanzan los 300 km/h o muy poco más ya es para estar más que satisfecho) lo que significa que la refrigeración se ve mermada. No es extraño ver abandonar más de un coche con humareda blanca.

El año pasado en esta pista salió a relucir la diferencia entre los monoplazas que llevaban KERS y los que no por la pura física y dinámica, que hacía que los coches con KERS tuvieran un centro de gravedad más alto que les penalizaba en las curvas. Pero este año ese hándicap y ventaja para otros no existe, y una salida un poco puñetera para los de delante les puede complicar la vida bastante... pero a nosotros darnos un gran espectáculo, ya que cuando comienza la lucha de verdad, es cuando se ve que en Hungaroring sí se puede adelantar en sus numerosos cambios de dirección, con cambios de nivel y hasta con curva ciega como la curva 4 de izquierdas. El piloto decide (aquella imagen de Michael Schumacher saltando las chicanes sin gomas aguantando el acoso de Pedro de la Rosa no vale obviamente).

Hablando de saltarse chicanes, esta vez será algo más complicado. En Hungaroring se usan mucho los pianos, y son decisivos en clasificatoria para ganar tiempo. Pero han adoptado la medida de otros tantos circuitos de poner unos pianos mucho más abultados por la parte interior en las chicanes. Una buena decisión a mi modo de ver para evitar la pillería. Según el castigo del monoplaza a los neumáticos se pueden llegar a requerir dos paradas con cambios de gomas, y los monoplazas deberán de dar 70 vueltas nada más y nada menos. ¿Hay tiempo de que sucedan más cosas a parte del presumible trenecito o no?

Sitio oficial | Formula 1, FIA En Racingpasión | GP de Hungría 2010

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