Posiblemente este fin de semana, y una de las pocas ocasiones que ha sucedido a lo largo de la temporada, Sebastian Vettel no tenía el mejor coche pero poco ha necesitado para revertir la situación. A pesar de salir desde la segunda posición, Vettel sólo ha necesitado unas curvas para arreglar la situación, superar a Lewis Hamilton y lanzarse hacia la victoria. A partir de ahí la lucha por ver quien se alzaba con el Gran Premio de Corea ha perdido todo su interés.
Ni siquiera la salida del safety-car tras un un incidente entre Vitaly Petrov y Michael Schumacher, el ruso se llevaba puesto al alemán, ha dado emoción para la victoria. Todo lo contrario que en las posiciones posteriores. Ya en la salida vivíamos un bonito duelo entre Mark Webber, Felipe Massa y Jenson Button. En adelantamientos más propios de un videojuego que de la realidad, Webber ha conseguido colocarse tercero y poco a poco acercarse a Lewis Hamilton para poner en duda su segunda posición.
Por detrás, los Ferrari y Button se enfrascaban en una interesante batalla en la que tenían un invitado inesperado, Nico Rosberg. Parecía que todo se iba a decidir en la estrategia y ahí es donde Ferrari ha vuelto a perder. Quizás no podían luchar por el podio pero mantenerse en pista más tiempo del conveniente con los neumáticos superblandos ha sido una pesada losa. Aún así, en la segunda parada recuperaban parte de la esperanza aunque los esfuerzos de Alonso eran en vano. A pocas vueltas del final el asturiano comentaba por radio que se daba por vencido.
Mientras tanto por delante, Webber y Hamilton vivían su particular guerra en busca del segundo escalón del podio. El australiano finalmente conseguía superar al británico aunque el piloto de McLaren se ayudaba del DRS para devolverle el movimiento pocos metros después. Ahí acabaría la lucha y aunque Webber enseñaría el morro, ya no podría luchar por el doblete. De todas formas en la escudería austro-británica pueden estar más que contento. Los resultados cosechados hoy hacen que Red Bull sean matemáticamente los nuevos Campeones del Mundo de Constructores, segundo título del año y el más importante ya que es el que otorga los premios económicos.
Y por detrás de las escuderías poderosas ha asomado Jaime Alguersuari. Undécimo en parrilla, sus opciones para puntuar eran altas y el barcelonés ha respondido. Carrera muy consistente que le ha llevado hasta la octava posición. No quedaría ahí su trabajo. Sus esfuerzos por superar a Nico Rosberg tendrían su recompensa cuando el alemán sufría problemas en la última vuelta. Jaime Alguersuari conseguía una magnífica séptima posición que iguala su mejor resultado hasta la fecha, conseguido este mismo año en Monza.
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