Tercera clasificación de esta temporada 2011 y tercera vez consecutiva que Fernando Alonso consigue el quinto mejor tiempo. En esta ocasión no se situó detrás de los dos Red Bull y los dos McLaren, sino que Nico Rosberg se coló en la cuarta plaza aprovechando el descalabro de Mark Webber en la Q1.
Como en las anteriores luchas contra el crono de los sábados, el Ferrari volvió a demostrar que se encuentra un escalón por debajo de Red Bull y McLaren en estos momentos. Si en el Gran Premio de Malasia la distancia con Sebastian Vettel se redujo respecto a Australia, en China ésta volvió a aumentar y se quedó cerca del segundo y medio.
En la jornada de hoy el español apenas tuvo sobresaltos. La Q1 y la Q2 fueron bastante tranquilas. Si acaso la parada del Renault R31 de Vitaly Petrov en la Q2 cuando sólo quedaban dos minutos para su conclusión añadió algo de emoción. Alonso tenía un registro decente, pero se veía obligado a salir en el trenecito junto a sus rivales para no llevarse ninguna sorpresa desagradable cara al domingo. Finalmente la cosa no pasó a mayores y el asturiano llegó a la Q3.
Tres clasificaciones y tres quintos puestos en la parrilla de salida de la carrera. En Ferrari tienen que ponerle coto a la sangría de los sábados si no quieren verse a un mundo de Sebastian Vettel en un abrir y cerrar de ojos. Salir detrás de tus rivales es una condena en la Fórmula 1, y aunque puedas recuperar algo en carrera, no es suficiente para aspirar a la victoria. Así es imposible recortar diferencias con el ahora líder del mundial.
A la vista del ritmo que tiene el Ferrari los domingos, la carrera de mañana se presenta como una oportunidad de luchar por el podio. En Australia y en Malasia sus malas salidas le pasaron factura. En Sepang hay que añadir los excesivos riesgos que tomó para adelantar a un correoso Lewis Hamilton. Esta vez, con Mark Webber fuera de combate y con un Nico Rosberg que no tiene un Red Bull ni un McLaren, apuntar al podio no resulta descabellado. Fernando Alonso tiene que jugar bien sus cartas y aprovechar el mejor trato de los neumáticos para aprovechar cualquier oportunidad que se le presente de subir al cajón.
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