Seamos claros: ni la estrategia, ni el equilibrio del monoplaza ni el ritmo en carrera… nada ha pasado de ser mediocre en el caso de Fernando Alonso. Este Gran Premio de China debe dar a Ferrari lecturas de alarma, de que hay que ponerse las pilas enseguida para mejorar lo que es un inicio de temporada nefasto para las aspiraciones de Fernando Alonso y de Ferrari, y lo peor es que no es nada que nos sorprenda. El ritmo de Felipe Massa fue muy superior y solo la estrategia pudo con él, triste que sea la estrategia de tu equipo la que te condicione.
Lo cierto es que nadie ha puesto excusas, ni Ferrari, ni Fernando Alonso ni tan siquiera Massa. El ritmo ha sido lento, en ningún momento se ha estado en condiciones de lograr mejores resultados y lo que es más significativo, Fernando Alonso estaba aparentemente tranquilo pero en su cara se leía decepción por una carrera que no tiene, apenas, un punto positivo.
La salida fue nuevamente mala, perdiendo la posición con Felipe Massa y alejándose de la opción de achuchar a Nico Rosberg, que ha demostrado que la sombre del mal rendimiento de Mercedes GP se ha alejado a pesar de pasarlo bastante mal con el ahorro de combustible. De cualquier manera, la carrera de Fernando Alonso solo se ha visto comprometida por el material que tuvo y por la falta de ritmo.
En la primera parte de la carrera hemos visto el trenecito de los dos Ferrari por detrás de Rosberg, y sinceramente ni Massa pudo con Rosberg, ni Alonso con Massa, y es cierto que la situación era comprometida por no arriesgar una maniobra de ataque entre compañeros de equipo. Aunque la hubiese habido, no creo que el ritmo de Fernando Alonso pudiese concretar un adelantamiento a Massa ya que estaba perdiendo décimas con respecto a los pilotos de delante suya.
Tras la entrada a boxes de Nico Rosberg, los dos Ferrari intentaban progresar, pero pronto entraría Felipe Massa en boxes, dejando a Fernando Alonso liderando fugazmente la prueba pero con un ritmo mucho más lento que sus perseguidores. Al entrar a cambiar neumáticos, todo se puso en su sitio y Alonso tenía que pelear en pista por superar a Schumacher. Esta lucha agotó las mínimas posibilidades de subir posiciones en carrera, pues el gran trabajo de Schumacher defendiendo la posición duró más vueltas de las deseables y pasó el tiempo de los neumáticos frescos.
Entre la lucha y alargar el segundo stint demasiado, las opciones se desvanecieron por momentos, perdiendo ritmo, metros y de todo. La estrategia no funcionó y el último período de la carrera que más una agonía que una carrera, y en las últimas vueltas ha perdido tanto tiempo que Schumacher lo puso a prueba. Felizmente pudo conservar la séptima plaza, pero sabe a nada hoy. Él mismo lo transmitía con su cara en el corralito. No se podía ir más rápido, y eso es lo que pasó. Esperamos que haya mejoras para Turquía o va a ser una temporada extremadamente difícil.
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