Mucho se había hablado esta semana sobre las posibles maniobras de equipo en Red Bull para el Gran Premio de Abu Dhabi, pero al paso que vamos no va haber ningún tipo de polémica. Con Sebastian Vettel en todo lo alto, para no variar demasiado el guión previsto, la sorpresa era ver que Mark Webber tan sólo conseguía una pobre quinta posición. El, a priori el principal favorito de Red Bull en la lucha por el título de pilotos, decía casi adiós a sus opciones.
El australiano no tenía más excusa tras la calificación que la falta de ritmo. En ningún momento de las tres partes en las que se dividen la calificación del sábado, Webber tuvo ritmo para aspirar más allá de la cuarta o quinta de la posición. El piloto de Red Bull hace referencia a la estrategia escogida por su escudería, distinta que en veces anteriores. En vez de hacer dos intentos, los Red Bull se pasaron los primeros cinco minutos de la Q3 esperando en boxes para lanzarse a hacer dos vueltas rápidas en el mismo stint. A Sebastian Vettel le funcionó, a Mark Webber no.
Aún así, Mark Webber no se da por vencido. Para el australiano la calificación sólo es una parte, y de nada le hubiera servido la pole si mañana no lo refrenda con el resultado necesario. Aún mantiene que hay muchas posibilidades. La esperanza es lo último que se pierde y el guión de la carrera de mañana puede ser impredecible.
Y en parte tiene razón con la diferencia de que ahora es lo mismo, ganar y un tercer puesto del asturiano, pero mucho más complicado. El resumen sería que para conseguir el título, Webber necesita un pequeño milagro en forma de problemas para Fernando Alonso. Pero parece que lo único claro es que Mark Webber ha dicho adiós a la oportunidad de su vida y a pasar a los anales de la Fórmula 1 como campeón. Hace 30 años, en 1980 con Alan Jones, que un australiano no se proclama campeón del mundo. Todo indica a que tendrá que pasar algún año más hasta romper esa cifra.
En Racingpasión | GP de Abu Dhabi 2010