Poco tiempo ha tardado el Giancarlo Fisichella para buscarse un nuevo pasatiempo para esta temporada, al menos hasta que encuentre algo mejor. Y es que parece ser que el italiano podría tener la vista puesta en las Le Mans Series después de haber perdido todas las oportunidades para conducir el segundo monoplaza del equipo Sauber, ocupado por Pedro Martínez de la Rosa.
Obviamente, el tener contrato con Ferrari reduce mucho sus posibilidades a la hora de elegir montura, por lo que se espera que el coche elegido sea el Ferrari F430 de la categoría GT2. Todo esto además se une a que el italiano realizará las labores de tercer piloto de la escudería en Fórmula 1. Lastima que la marca del cavallino rampante no se anime a hacer un LMP1 para volver a las 24 Horas de Le Mans. Siempre es bueno soñar.
Vía l Autosport.pt