Parece que el mal rendimiento de este inicio de temporada de Red Bull se ha visto atenuado por la realidad de los problemas del motor Renault. Pero el buen trabajo llevado a cabo en la escudería hermana, Toro Rosso, está dando mucho que pensar. También con motor Renault empujando, las prestaciones que ha demostrado el monoplaza diseñado por James Key con dos novatos al volante ha puesto en evidencia a Red Bull.
El propio Helmut Marko reconoció que el problema de Red Bull no es únicamente de motor, sino que el chasis no funciona todavía de manera óptima. Incluso ya hay quien empieza a señalar como crucial en este bajón de Red Bull la ausencia de Peter Prodromou (ahora en McLaren), la mano derecha de Adrian Newey, y para muchos el único capaz de traspasar a la Fórmula 1 moderna las ideas sobre el papel de Newey.
Para más inri tenemos las declaraciones del propio James Key en Autosport asegurando que el paso adelante del motor Renault en Malasia fue muy notable, especialmente en cuanto a facilidad de conducción, algo que había penalizado mucho a sus pilotos en Australia. Esta mejoría también fue apuntada, con adjetivos mucho más moderados, por la propia Red Bull, pero asegurando que el resultado cosechado en Malasia no podía repetirse.
Desde luego, si Renault va mejorando poco a poco el motor, y Toro Rosso es capaz de aprovecharlo, las excusas en Red Bull podrían agotarse en unas pocas carreras. No sé si va a ser causa o consecuencia, pero cada vez suena con más fuerza la salida de Red Bull de la Fórmula 1, e incluso podría haber empezado ya. Como se dice habitualmente, la Fórmula 1 son ciclos, y parece que el de Red Bull ha finalizado definitivamente.