El pasado domingo concluyeron los segundos tests de esta pretemporada, que tuvieron como escenario el Circuit de Catalunya. El trazado catalán siempre se ha caracterizado por ser una extraordinaria referencia para medir con precisión el rendimiento de cada uno de los monoplazas, y es por ello que los especialistas han estado especialmente pendientes del comportamiento de los equipos en cada una de sus curvas.
Una vez aclarado oficialmente el extraño accidente que Fernando Alonso sufrió el domingo, incidente que ha copado la actualidad informativa desde entonces, toca pasar revista a las conclusiones más evidentes de unos tests que han empezado a dejar clara la posible jerarquía que viviremos esta temporada 2015, con un indiscutible candidato al frente: Mercedes.
La vuelta que se marcó Nico Rosberg el último día con un juego de neumáticos medios ha hecho encender todas las alarmas. Se quedó a dos décimas del mejor tiempo del día marcado por el Lotus de Grosejan, pero resulta que lo hizo con unas gomas que, según la propia Pirelli, deberían ser entre 1,5 y 2 segundos más lentas que las superblandas que montaba el Lotus cuando marcó esa vuelta rápida. Ya se venía diciendo que Mercedes se estaba guardando mucho en estos test, y a Rosberg se le pudo escapar casi sin querer la confirmación definitiva de ello.
Los que han dado un salto más que evidente en estas segundas jornadas de test han sido precisamente los de Enstone. Lotus ha demostrado cuanto puede llegar a ayudar disponer de un buen motor empujando al nuevo E23, y por fin han sido capaces de demostrar que el cambio a motor Mercedes va a ser todo un acierto de cara a 2015.
Ferrari también ha seguido confirmando las buenas sensaciones que ya dejó en Jerez. Parece que definitivamente el SF15-T va a ser un buen monoplaza, y el propio Kimi Raikkonen sigue mostrándose encantado con él. Lo realmente positivo es que al nuevo Ferrari le salen los tiempos con una relativa facilidad, y ese siempre es un buen indicador de las bondades de un monoplaza.
Entre los que no han acabado de enseñar demasiado, o por lo menos no tanto como para ser capaces de colocarlos en una hipotética parrilla para Australia, son Williams y Red Bull. En el caso de Williams, están trabajando una pretemporada muy enfocada a entender bien el monoplaza y hacer multitud de pruebas, sin preocuparse excesivamente por hacer buenos tiempos. El coche debería ser tan bueno como el año pasado. Red Bull sí ha brillado esporádicamente en algún stint corto con gomas blandas, pero en pista no muestra esa sensación de ir sobre raíles de años anteriores.
Para terminar, la decepción hasta el momento es sin duda McLaren-Honda. Los de Woking sufrieron un problema a las primeras de cambio con un sello del MGU-K (una pieza aparentemente irrelevante), que al final les condicionó los 4 días de test en Montmeló. Los problemas de juventud del motor son naturales a estas alturas, pero a un equipo grande se le debe exigir una agilidad en la resolución de este tipo de percances que Honda no ha demostrado tener. Los segundos test en Montmeló, que empiezan este mismo jueves, serán definitivos para una escudería que necesita kilómetros en pista urgentemente. Y parece que el coche no es para nada malo, pero a ver si el motor nos permite averiguarlo.