Las seis jornadas de entrenamientos que la Scuderia Ferrari realizó el pasado mes de febrero en el circuito de Sakhir le permitirán al equipo italiano partir con una importante ventaja sobre el resto de sus rivales en la próxima cita del Mundial, el GP de Bahrein.
Ferrari fue el único equipo junto a Toyota que asumió el elevado precio que suponía viajar hasta Bahrein en plena pretemporada y preparar 'in situ' la que será la tercera carrera de la temporada.
En aquellos test, Kimi Raikkonen sembró el pánico entre sus rivales al pulverizar todos los registros al volante del F2008, e incluso Jarno Trulli se atrevió a dar por sentenciado el Campeonato antes de que comenzara. Sin embargo, en esos test invernales también se vieron los primeros problemas de fiabilidad del nuevo Ferrari, algo que se ha repetido ya iniciada la temporada. Desde McLaren Mercedes ya se han apresurado a ponerse la venda antes de la herida y Norbert Haug ha comentado que "eso debería suponer una ventaja para ellos". Incluso Stefano Domenicali ha reconocido que tendrán esa ventaja, aunque ha recordado que las condiciones de la pista probablemente no se parezcan en nada la próxima semana a las que se encontraron en febrero.
Y no debemos olvidarnos tampoco de Toyota, que ha comenzado bastante bien la temporada con el brillante cuarto puesto de Trulli en el GP de Malasia, y que también dispondrá de esa ventaja respecto a los tres o cuatro equipos de media parrilla que pugnan en este inicio de temporada por colocarse por detrás de los tres equipos grandes (Ferrari, McLaren y BMW).
Jarno Trulli ha reconocido que tras los test invernales "sabemos qué podemos esperar de nuestro coche allí" y ha pronosticado que "creo que podremos estar luchando otra vez entre los seis mejores".