La polémica en torno a los accidentes que ha provocado el equipo Mercedes de Fórmula 1 en las últimas dos carreras no se limita exclusivamente a los puntos. También hay un coste en reparaciones de los monoplazas que ahora es crucial a la hora de alcanzar o no el límite presupuestario, recién implantado en la Fórmula 1.
Ferrari y Red Bull, los dos equipos más afectados de las últimas carreras, han propuesto una solución para este tipo de circunstancias: que los equipos que provoquen los accidentes sean quienes corran con los gastos en reparaciones, o al menos quieren lo sufran en su techo presupuestario.
Red Bull ya lleva gastados 3,5 millones en reparar el coche de Verstappen
"Creo que lo que podemos considerar es que si un piloto falla, el equipo del piloto debe pagar al menos a los otros equipos por los daños y reparaciones. Eso hará que los conductores sean más responsables", explicaba Mattia Binotto, el jefe del equipo Ferrari, tras el Gran Premio de Hungría, añadiendo que "hace mucho daño en el límite presupuestario".
Charles Leclerc tenía una gran opción de luchar por la victoria, o al menos por el podio, en Hungría cuando Lance Stroll se lo llevó por delante. Un error grosero del piloto de Aston Martin que destrozó el Ferrari. Los italianos ya han confirmado que el motor del coche de Leclerc va a la basura.
Peor es lo que le ha tocado sufrir a Red Bull en los últimos dos Grandes Premios. Además de que le han arrebatado los lideratos de ambos mundiales a base de accidentes, los pilotos de Mercedes han destrozado tres monoplazas de Red Bull: dos de Max Verstappen y uno de Sergio Pérez. Y los motores también van a la basura.
El de Pérez en Hungría quedó inservible, y el de Verstappen en Silverstone trataron de usarlo en Hungaroring, pero solo duró los entrenamientos libres. Probablemente a ambos, como a Leclerc, les toque penalizar en parrilla en alguna carrera por errores que han cometido otros pilotos. Christian Horner propone que los gastos al menos afecten al techo presupuestario de los equipos causantes.
Pero no todos los afectados por estos incidentes están de acuerdo. Zak Brown, el CEO de McLaren, que también perdió el coche de Lando Norris con el accidente de Valtteri Bottas, cree que "asumir los costes de los accidentes forma parte del juego". Seguramente el motor Mercedes que monta en su McLaren influya bastante en su opinión.
Lo cierto es que en la primera mitad de temporada el coche que más ha tenido que gastar en reparaciones es el Red Bull de Max Verstappen, y nunca ha sido responsabilidad de ellos. En Bakú tuvo un accidente causado por las Pirelli, en Silverstone otro provocado por Lewis Hamilton y en Hungría el de Bottas. 3,5 millones de dólares sin hacer nada mal. Para reflexionar.
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