Sólo un equipo salió a la carrera del Gran Premio de Gran Bretaña con el KERS en sus monoplazas. De diez equipos y veinte monoplazas posibles únicamente los dos Ferrari contaban con el sistema de recuperación de energía. Un fracaso con mayúsculas que los equipos han ido dejando por el camino con más pena que gloria. Tanto que sin haber llegado a mitad de temporada ya se ha confirmado que en 2010 no se contará con él.
Stefano Domenicali, el jefe de Ferrari, le ha dado la puntilla. En este caso no definitiva porque como ya hemos dicho el KERS estaba más que muerto y ha aprovechado para echar la culpa de su bajo rendimiento al tiempo perdido en su desarrollo. Mucha razón tiene, aunque en esta ocasión, suficiente tiene con sus otras guerras, la FIA, precursora del KERS, aún no ha dicho esta boca es mia. El hecho de que unos equipos lo montaran y otros no quizás fue la principal razón para el fracaso. Y que quien está arriba no lo utiliza, más.
Se ha gastado un montón de dinero sin conseguir el efecto deseado. Déjame ponerlo de esta manera: si nos lo hubiéramos gastado en el coche, ahora Ferrari sería tan rápido como el Red Bull
En palabras de Domenicali el KERS es un fracaso total que tiene una razón de ser en el caso de los turismos pero que en la Formula 1 se encuentra fuera de lugar.
Vía | TheF1.com